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La Brújula

Hebe Uhart, las voces de los otros

Las Novelas y Cuentos completos de una autora argentina que supo ver, oír y deambular

Hebe Uhart.

Visto y oído y De aquí para allá son los títulos de dos libros de crónicas de la argentina Hebe Uhart. Dos epígrafes que resumen las claves de una autora (1936-2018) que en medio siglo largo publicó una veintena de novelas, volúmenes de relatos y crónicas. Unos escritos que primero la convirtieron en narradora secreta y, ya en su recta final, le dieron renombre en su país y en toda América Latina. En España, la publicación en 2010 de sus relatos (entonces) completos por Alfaguara no le brindó la proyección que merece. Sin embargo, los lectores tienen ahora una nueva oportunidad de acceder al mundo de Uhart a través de sendos volúmenes en los que se recogen sus Cuentos completos y sus Novelas completas. La compilación de sus numerosas crónicas, anunciada para este mismo año, cerrará una trilogía esencial.

Ver, oír y deambular son, pues, los canales que alimentan la escritura engañosamente sencilla de Uhart. Una escritura que nace de una mirada peculiar sobre gentes y lugares, y a menudo sobre la propia memoria. Uhart lo ve todo, pero sus ojos no se guían por las escalas de valores convenidas. Así que, por esa vía, logra la imprescindible distancia. Y lo hace de un modo genuino que remodela el dibujo del mundo, dándole inusitado realce a personajes y situaciones rescatadas de las sombras donde suele confinarse a "los de abajo". Ahí es donde entra en juego el oído.

Uhart tiene una envidiable capacidad para escuchar las hablas de las gentes y transformarlas en prosas que, ejercicio al alcance de pocos, destilan todas las señas de la pura oralidad y las condensan en un refinado alambique literario que nunca se llega a percibir. Tal vez el secreto de esta destreza alquímica sea lo que ella misma llamaba "escribir a media rienda", facultad que le permite detectar poesía en las hablas, capturarla un instante sin aherrojarla y, luego, dejar que, como los relatos populares, siga volando de oreja en boca, libre de búsquedas de estilo. Ahí es donde entra en juego el deambular.

Los textos de la trotamundos, exteriores e interiores, albergados en estos dos volúmenes cristalizan más como impresiones que como paneles complejos. Situados en variopintos ambientes cotidianos -Uhart ejerció tanto de maestra rural como de profesora universitaria de Filosofía-, pueden incluso estar protagonizados por plantas y animales. Pueden incluso, por el juego de las mutaciones, arrancar en una hiedra de maceta, volar con brujas de aquelarre y, antes de aterrizar de nuevo entre los tiestos, recorrer los vericuetos de la psique de una mujer. Es lo que ocurre en su celebrado relato "Guiando la hiedra". Y en solo cinco páginas.

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