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Tragedias políticas y vidas rosadas

Matilde Cherner recupera su nombre para la literatura

Tragedias políticas y vidas rosadas

El sello editorial Seix Barral ha llevado a cabo una iniciativa digna de mención: publicar una serie de obras literarias sustituyendo el pseudónimo masculino utilizado en su día por las autoras por sus verdaderos nombres. Hace visible así a un buen número de escritoras que eran invisibles en la historia de la literatura, aún en el caso poco probable de que sus firmas fueran recogidas. Amantine Aurore Dupin y Matilde Cherner acaban de abandonar a George Sand y Rafael Luna respectivamente y de salir de la zona oscura de la historia.

Matilde Cherner (Salamanca 1833 - Madrid 1880), fue novelista, dramaturga, poeta y periodista, comprometida con la situación de las mujeres y con el entorno político-social de su época. La poca investigación que se ha hecho sobre Cherner revela que sabía latín y francés, que amaba la música y que era una convencida republicana federal. Con sus escritos luchó contra las diferencias sociales y los abusos políticos y contra la consideración de las mujeres como seres humanos inferiores. En su última novela, María Magdalena (1880), critica la prostitución desde varios puntos de vista, personificada aquella en su personaje principal, una joven cortesana que analiza con lucidez la situación en que se encuentra.

Ocaso y aurora (1878), la tercera de sus cuatro novelas, está dividida en tres partes más un prefacio, una introducción y una conclusión. En prefacio y conclusión se establece el aspecto político de la obra: los momentos que preceden a la muerte de Carlos II en 1701 y las intrigas nacionales e internacionales que se despliegan en torno a la duda de a quién, si a alguien, designaría el rey como su sucesor, lo que dará lugar a la Guerra de Sucesión Española, que es el telón de fondo de la novela.

La novela fue escrita para ser publicada en el periódico "El Tiempo" de forma seriada, entre 1875-1877, y es de resaltar la claridad con que Cherner explica sucintamente para el gran público unos acontecimientos históricos complicados por los muchos intereses que había en juego, tanto en España como en Europa. La autora se define así como buena pedagoga, de hecho se refiere a su ficción como "estudio social".

La introducción es un relato romántico del carácter y de los amores de quien va a ser el personaje principal de la obra, el conde de Frigiliana. Estas primeras páginas son puro romance, cargado de arquetipos, idealizados los buenos y despreciables los malvados; establecidos estos, la autora descarga al conde de ataduras familiares y se embarca en el desarrollo de su motivación principal: "en los casos arduos el pueblo todo está llamado a proclamar y reivindicar sus derechos, a salvarse a sí mismo".

Frigiliana considera que la muerte del último Austria marca el ocaso de una época y se aplica a buscar "la aurora de otro nuevo y esperado día", lo que explica el sentido del título. Las peripecias que siguen son verdaderas aventuras políticas, con frecuencia marcadas por toques de narrativa costumbrista, que se ajustan bastante a lo que narran los libros de historia al uso. Se puede decir, por tanto, que Cherner enseña deleitando.

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