Desde la herencia sentenciosa del flamenco, pasando por los coqueteos naturales con la música indie y electrónica hasta llegar a un estado artístico genuino, Soleá Morente acaba de parir Lo que te falta, su tercer disco. Una obra de guitarras rasgadas, entusiastas coros y de una amargura que se desdobla en alegría. Una voz que suena más poderosa que en otras entregas discográficas y se afianza con fuerza. Arte sincero y conquistador bordeando la Alhambra. De nuevo en Lo que te falta está presente la conjunción de la música con letras esmeradas de cariz poético ."Tanto la literatura como la música están a partes iguales en mi vida y la han determinado. Primero está la vida y luego el arte. Voy buscando en mi inquietud espiritual estar en contacto con diferentes géneros y disciplinas", , señala Soleá Morente.
Al escuchar los temas se percibe cierta ruptura con lo anterior. "Con la producción de David Rodríguez busqué salir un poco del tono flamenco de los anteriores discos, se reivindica la música de María Jiménez, Lola Flores o Bambino". En las canciones de la granadina hay un deje y un modo de expresarse con giros linguísticos, muy propio de su tierras un efecto buscado porque "en Lo que te falta, como en otras canciones mías, hay muchas palabras y expresiones andaluzas y, en concreto, de Granada. Se mezclan con el castellano y el resultado es muy bueno y bonito".
Hay factores inevitables en la formación y carrera de la cantante que delimitan su trayectoria artística. Literariamente esta imbuida de su condición de filóloga, musicalmente pertenece a una familia de artistas con su padre, el inolvidable cantaor Enrique Morente a la cabeza, que cuenta con una peña flamenca en Oviedo. "Una de las características que más aprecio en el arte es resaltar la nueva literatura con la popular y flamenca; la mezcla del pueblo gitano con lo actual. Por ejemplo la tradición popular junto a textos de Virginia Woolf o poemas de Alejandra Pizarnik", resume sobre ese cruce de intereses. David Rodríguez, Ana Fernández- Villaverde y J Planetas son los compositores de este trabajo, que otorgan a cada canción su textura e identidad, junto a las composiciones de la propia cantante. "Trabajo con gente sensible y con un talento increíble a la que admiro. Me gusta aprender y conocer en ese sentido. Aporto lo que sé. Como sucede en este disco cada autor va dejando su sello personal, luego yo voy dándole tinte", explica sobre sus vínculos artísticos.
La música de Soleá Morente bebe de un flamenco que se traslada a otros géneros, un signo muy definitorio que hace más fluida su música. "Al flamenco le ha costado llegar, pero está en el mejor momento de la historia. Su riqueza lo hace atemporal y fundamental, más allá de cualquier género de moda que se le puede unir. Le pasó algo similar al jazz", compara
Además la artista andaluza se halla inmersa en otros dos proyectos musicales y literarios. El primero es junto a la banda Prado Negro, cuyo primer disco bajo el título de Las mimbres verá pronto la luz en vinilo, donde musican poemas de José Ángel Valente, Luis Cernuda, María Zambrano, José Bergamín, Josefina de la Torre y Luis García Montero. El segundo es un disco conjunto con Paco Ibáñez, basado en la riqueza cromática de los poemas musicados del mítico cantautor, donde palabra y melodía se volverán a dar la mano.
"Soy una persona muy inquieta, incluso me gustaría estar presente en más proyectos de los que estoy. Con Prado Negro he conseguido aunar perfectamente mis dos grandes pasiones: la literatura y la música. Soy la cantante y tenía ganas de tener un grupo y de formar parte del mismo. El proyecto del disco con Paco Ibáñez está parado de momento. Soy muy fan suya y le iba persiguiendo por los conciertos en plan groupie. Es muy activo y me cuesta mucho pillarle. Pero espero que pronto nos volvamos a juntar para la grabación".
