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Fondo Norte

De Coto a Cotín sólo hay un paso

Recuerdo de una anécdota vivida en los buenos tiempos de Ganzábal a costa de un jugador

Guillermo Menéndez Coto, irrepetible dirigente futbolístico asturiano, contaba una memorable anécdota vivida en el palco del antiguo Ganzábal langreano por su tío, otro irrepetible dirigente futbolístico, cuando presidía al UP Langreo producto de la fusión del Círculo Popular de La Felguera y el Langreano de Sama. El club azulgrana, entonces en Segunda, había fichado a un centrocampista, Moreno, procedente del Rayo Vallecano. El futbolista llegó pasado de peso y tardó en coger la forma. En aquel periodo un aficionado se volvía al palco y gritaba: "Coto, no tienes ni idea, vaya forro que trajiste". Pasaron los partidos y Moreno destapó el tarro de las esencias de su gran juego. En una de las exhibiciones del centrocampista madrileño el mismo aficionado se volvió al palco y gritó: "Cotín, eres un fenómeno, vaya jugador que fichaste".

La anécdota resume en toda su plenitud lo que es el fútbol, un continuo vaivén en el que se pasa del cielo al infierno sin pasar por la tierra. A lo mejor es lo que le está pasando ahora al cuadro técnico del Sporting, cuestionado por los fichajes realizados el pasado verano, que empezaron de cine y que ahora están, en general, decepcionando, y de qué manera. No ha llegado aún la "época Cotín", que lo mismo llega el 20, día señalado para que la irresistible Real Sociedad se plante en el Anfield del Piles. El propio gran timonel, que pasa, con razón, por ser corresponsable de los mil fichajes realizados por el Sporting, afirmó no hace tanto que tiene mejor plantilla que el pasado ejercicio y que duerme mejor que entonces. Falta ajustar piezas, se dice desde el club, pero se piensa ya en refuerzos en enero porque la consolidación del equipo en Primera es asunto crucial para la estabilización de la entidad, al borde de la ruina no hace tanto.

Con todos los respetos y salvando todas las distancias salvables, al Sporting le puede estar pasando lo mismo que a Cristiano Ronaldo, al que los más finos analistas capitalinos lo colocan detrás de Bale y Morata porque ha pillado una mala racha de juego y remate. Son ganas de chinchar el ego del portugués, del que va sobrado, pero también de hacerlo al presidente blanco, Florentino Pérez, que le ha renovado contrato hasta el final, o casi, de la carrera del futbolista.

A los mil fichajes rojiblancos se les ponen pegas desde todas las esquinas, algunas justificadas, pero otras no tanto. El Sporting, damas y caballeros, señoras y señores diputados, con una racha patética, está pegado a los rivales con los que en teoría ha de luchar por asegurar la permanencia. No hay ningún rival que se haya marchado de forma inapelable. La situación se resuelve con dos victorias seguidas, una en casa y otra fuera, y con normalizar los resultados, ganando los partidos que hay que ganar. Sin más. Quedan días para restañar heridas y hacer los cambios precisos. Mientras, las buenas costumbres se mantienen por encima de todo, incluido hoy, que es martes aunque esto siga sin ser Bélgica; por eso, si pregunto, ¿molesto?: ¿qué piensa Esuperio de la historieta ésa de la prohibición de llevar paraguas con puntas metálicas? Próxima parada, Capuchinos.

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