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Pablo González

El ascenso pasa por un récord Guinness

A pesar de la espectacular racha del Sporting, los de Baraja no logran abrir brecha con el tercer clasificado

El año futbolístico en Segunda está a punto de consumirse y hay muy pocas cosas claras. Algo que ya es un clásico en la categoría de plata, aunque otras temporadas a estas alturas sí que había un equipo que comandaba la tabla con relativa superioridad y que a falta de cinco jornadas tenía prácticamente asegurado el ascenso. El llamado a ser el Levante de este año era el Huesca. Pero al equipo de Rubi le entró el mal de altura y se ha dejado cazar por Rayo y Sporting. Eso sí, los oscenses han tomado oxígeno gracias a aciertos propios -hay que dice que también gracias a que en las últimas jornadas está teniendo suerte con los arbitrajes- y están dando guerra a rayistas y rojiblancos.

Salvo hundimiento salvaje, estos tres equipos serán los llamados a repartirse las dos plazas del ascensor que lleva directo a Primera. El play-off queda para un nutrido pelotón en el que prima la irregularidad. De ahí que en más de media docenas de ciudades se vaya a escuchar en lo que resta de Liga que el siguiente partido es la última bala para engancharse a la promoción. Si a esto se le suman los equipos que todavía no han logrado la salvación matemática, en las próximas semanas pocos serán los partidos intranscendentes en los que no exista algo en juego.

Al Sporting le va a tocar seguir forzando el motor a todo lo que da y cruzar los dedos para que no reviente cerca de la línea de meta y vivir una escena parecida a aquella entre Carlos Sainz y Luis Moya con el "trata de arrancarlo, por Dios, trata de arrancarlo". A los de Baraja les sirve con calcar los resultados del Huesca para no tener que esperar al play-off, que no siempre beneficia a los terceros clasificados.

Así que si Rayo y Huesca no bajan el ritmo, los gijoneses estarán obligados a marcarse un récord Guinness y ampliar la racha de doce jornadas invictos (el Rayo sólo ha perdido dos partidos de 17 en 2018) hasta el infinito y más allá. Y de paso, se alejarían los fantasmas de hipotéticos contubernios en el último partido que in illo tempore provocaron lágrimas en latitudes muy lejanas, aquellas donde acabaron entonando el "tuya, mía, cabecina y a Segunda".

Con un pleno de 30 de 30 en El Molinón, y algo menos fuera de casa, el Sporting no ha logrado abrir brecha. En el último mes lo mejor han sido los resultados. Queda por ver si el juego desplegado en estas fechas da para aguantar el ritmo. Para la esperanza está la vuelta de Carmona a primera línea tras unas semanas dejándose ver poco más que para sacar los córners y las faltas, los buenos minutos ante el Albacete de Álex López, el deseado mediocentro creativo que tanto se reclamó sobre todo en el noviembre negro del herrerismo, o el empuje de Lora dentro del vestuario a pesar de no contar con minutos desde hace tiempo y tener asumido que el final de su etapa en el Sporting está cerca. También está por ver cuándo y cómo regresará el uruguayo. Todo esto y mucho más será necesario para lograr el Guinness del ascenso. Incluidos los padrenuestros del pater Fueyo.

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