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Antonio Lorca

El listón está muy alto

Carles Marco ha hecho del Oviedo Baloncesto uno de los mejores equipos de la LEB Oro y ha ganado la Copa Princesa, primer título oficial de los asturianos

Siempre hay alguien que se empeña en minimizar lo que otro ha conseguido, ese cuñado al que le parece muy sencillo todo lo que no ha tenido que hacer él. Es el mismo que habría hecho la fabada mucho mejor que tú, ese al que no le hubiera costado esfuerzo alguno montar el mueble de Ikea que a punto estuvo de agotar tu paciencia y el que, si algún día le diera por entrenar, no tendría dificultad alguna en correr a menos de cuatro minutos el kilómetro. Y sin esforzarse demasiado. Dejando al margen a esos elegidos, esos que nunca se equivocan y que siempre ganan, entre la gente capaz de cometer errores, Carles Marco ha demostrado en Oviedo ser un magnífico entrenador, un trabajador incansable y, sobre todo, un ganador que ha hecho del Unión Financiera un referente de la LEB Oro, un club al que la mayoría quiere venir y que se ha acostumbrado a pelear con los mejores en la segunda categoría del baloncesto español. Siempre agradecido al club que le dio la oportunidad de ser primer entrenador en la LEB Oro, Carles Marco ha superado todas las expectativas que se habían depositado en él cuando se le fichó, ha ampliado la visión de la gente que gestiona el club ovetense y se ha ido como un señor, buscando un nuevo rumbo cuando las dos partes se han puesto de acuerdo en que seguir juntos era muy cómodo pero también en que existía un riesgo muy alto de acabar con una separación dolorosa lo que ha sido una preciosa historia de amor. Afición y club habrán de estar eternamente agradecidos a un hombre que se ha dejado el alma, que no se ha quejado de los contratiempos y que será el primero en alegrarse si la próxima temporada otro alcanza el sueño que él tanto ha peleado por conseguir.

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