El vencedor de la etapa de ayer, Óscar Rodríguez, estaba radiante de alegría. "Ha sido la gran victoria de mi vida, un momento único que no me lo creo. No pensaba que podía ganar una etapa en La Vuelta y menos esta tan complicada. Me he acordado nada más llegar de mi novia que la oía gritarme en la carretera. También de mi familia, del equipo, de mis anteriores equipos, de todo el mundo", afirmó tras cruzar la meta.

Rodríguez reconoció que no las tuvo consigo en una fuga tan grande. "A esta etapa la había echado el ojo, pero tampoco la tenía como objetivo. Para ganar hay que estar en la fuga y aunque lo intentes muchos días no consigues entrar. Ha salido bien la jugada", indicó, después de explicar su respuesta al ritmo de Rafa Majka. "Pensaba que no lo iba a poder seguir y dije que se vayan y luego poco a poco he ido recortando y he pasado por su lado y he visto que llevaban mala cara, he puesto un puntito más y hasta la meta", dijo el vencedor ayer en La Camperona, que estuvo tratando de seguir su "ritmo" en medio de los "cambios tan bruscos".

Que un equipo modesto y debutante como el Euskadi Murias en la Vuelta a España lograra una victoria de etapa en la ronda española era casi un milagro o una quimera. Y si encima lo consigue en una subida como La Camperona es para quitarse el sombrero porque el navarro Óscar Rodríguez batió a especialistas como Majka o Zakarin

Pero también es cierto que viendo cómo trabaja el técnico Jon Odriozola y las exhibiciones que dieron sus discípulos en la última Vuelta a Asturias, especialmente en el final del Santuario del Acebo, no puede impresionar por grande que sea la gesta de ayer de un chaval de 23 años, navarro, natural del pueblo de al lado del de Miguel Indurain

Respecto a la lucha entre los grandes favoritos al triunfo final en la Vuelta, Nairo Quintana dejó claro que sus piernas atesoran mucha clase y que cuando tienen un gramo de fuerza sabe sacar buen rendimiento. Seguro que el colombiano del Movistar estará lamentando no haber atacado a fondo desde un poco más lejos viendo como al final se quedó Simon Yates.

Aunque también se comprende que Nairo, que en los dos últimos años no tuvo los éxitos que esperaba, tuviese miedo a que Yates le atacará al final. Ahora habrá que ver lo que sucede hoy en Les Praeres y sobre todo en Los Lagos, y si Nairo mantiene la fuerza que mostró en La Camperona para volver a ganar otra Vuelta o sufre otro altibajo.

Capítulo aparte merece el líder Jesús Herrada, al que el primer puesto le dio alas ayer en La Camperona para perder sólo 1.40 respecto a Nairo Quintana, y sobre todo por mantener el maillot rojo en una dura jornada tras el extenuante esfuerzo del día anterior en una fuga con la que sueña todo ciclista joven y con aspiraciones, y que además le aupó al liderato.