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Culé Moyáu

Protágoras y Riqui

No entiendo los últimos fichajes o, quizás, no-fichajes del Barça. ¿Rabiot? ¿Para qué nos hace falta un Rabiot, que además viene con madre incluida? De Ligt y De Jong. Vale. Eso lo puedo entender, más o menos. ¿Todibo? ¿Quién es Todibo? Llega Murillo. ¿Murillo? ¿Necesitamos un "parche" como Murillo? Entonces, ¿para qué sirve exactamente La Masía? ¿Por qué el Barça emplea tantos recursos y empeña gran parte de su prestigio en formar futbolistas que tienen más difícil llegar al primer equipo que Donald Trump ser nombrado "Mexicano del Año"? De acuerdo, de la cantera del Barça no pueden surgir constantemente valores que nadie ni nunca podrán olvidar, como dice el himno del Sporting de Gijón, pero una cosa es que La Masía no produzca un Xavi y un Iniesta por año y otra cosa muy diferente es que tengamos que fichar a la madre de Rabiot y a un "parche" como Murillo. Messi no hay más que uno. Creo que Murillos hay unos cuantos.

Dicen que el sofista Protágoras de Abdera fue el primero que cobró 100 minas (una cantidad más que respetable) por un curso de oratoria, y Diógenes Laercio apostilla que no se le puede reprochar nada porque todos tomamos más en serio lo que nos cuesta que lo que es gratuito. Los futbolistas de La Masía no son gratuitos, es cierto, pero sus servicios no cuestan 100 minas. ¿No hay un central en el Barça B que valga para un Umtiti roto o para un Vermaelen descosido? ¿No hay un centrocampista, aunque sea chiquitito y en apariencia frágil, que pueda alegrar la vista de los aficionados del Camp Nou sin tener que pagar una pasta digna de un Protágoras de importación? Ya puestos, ¿el Barça no puede mirar a su cantera y ver un delantero suplente de Luis Suárez mejor que Munir? Diógenes Laercio tiene razón. Tomamos más en serio lo que nos cuesta mucho dinero que lo que formamos con paciencia franciscana en la cantera. La culpa, creo yo, es de la dichosa Liga de Campeones. Como ganar la Liga y la Copa ya no es suficiente, porque la Liga de Campeones se lo traga todo, hay que ser cada vez más grandes, gastar más y más dinero, disponer de una plantilla que asegure un rendimiento inmediato y, si surgen problemas, fichar, fichar y fichar. En el Barça hay pánico a ganar la Liga y la Copa y no jugar la final de la Liga de Campeones. Qué tiempos aquellos, en los que ganar un título alegraba el corazón del culé.

Un curso de Protágoras vale 100 minas. Pero la clase de Riqui Puig no tiene precio.

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