Pues va a ser que el presupuesto no es tan determinante a la hora de habitar en los lugares de privilegio en la Liga de Segunda. Aquí alguien está vendiendo globos. A más presupuesto, garantía de ascenso, o casi. El Albacete, club de economía mediana, a día de hoy es segundo -puesto de ascenso directo-, con doce puntos por encima del Sporting. Marcó diez goles más. Eso sí, ambos tienen los mismos goles en contra: trece. Los herederos del "Queso Mecánico", de Benito Floro, empezaron a remontar en diciembre hasta colocarse por encima de equipos como el Dépor o Málaga, exigidos -igual que el Sporting- para llegar al final de la temporada con opciones de subir a Primera, por lo directo o por lo indirecto. En el año del ascenso inolvidable en 2015, con Abelardo+guajes+cedidos, esa temporada, el objetivo era mantener la categoría y gracias; y llegó el ascenso en el último minuto. Ese logro quedó para los restos enmarcado en oro. No había cuartos, pero sobraba ilusión, ganas de hacer historia.
José Alberto "Intenso" López probó en la tarde de Reyes el jarabe amargo de la derrota en El Molinón. El míster se consoló públicamente: "Hicimos la mejor media hora que se vio en tiempo jugando en casa", eso sí, con todo respeto a los colegas que le precedieron en el banquillo. En fin, un poco sobradete el míster local que, por otra parte, recibió una oportuna lección de un histórico de los banquillos: Víctor Fernández. El maño resucitó al Zaragoza, tercer ocupante del banquillo. En casa primero y a la orilla del Piles después, ante un conjunto rojiblanco que venía de un empate en Lugo, sin más. Víctor desde la azotea del templo gijonés vio claramente que, superada esa media hora que encandiló a JAL, podía buscar la vuelta al resultado. Acertó en el control del juego, en la llegada al área, en atacar por las bandas y en rematar por el centro. Y en una jugada a balón parado Álex Muñoz, un defensa, retrató a la zaga local. En el segundo gol, la defensa del área propia fue, otra vez, un caos. Por último José Alberto desnudó el centro del campo para apostar, desesperado, por más juego exterior, sin remate, ni llegadas a la zona decisiva. En el caso "Víctor contra JAL" ganó el maño. Punto. Aprendió el míster local, y en el pulso ante Marcelino, en plena crisis nerviosa, el sportinguista preparó una segunda unidad que superó en casi todo al Valencia. En intensidad por supuesto. El cuestionado García Toral no acertó tampoco en la sala de prensa. Ese aire retador no vale si el fútbol y el marcador fallan. En caso de ganar, sé humilde. Que te alaben los demás. Es lo aconsejable. Que no descarte Marcelino que en la vuelta se repita la historia. Mestalla quema Fallas y entrenadores a lo loco. Mientras, que José Alberto se aplique en ganar en el Carlos Belmonte este sábado. En el rival hay talento y gol. Eugeni o Zozulia no son una broma. Incluso se acepta el triunfo gijonés sin hacer la mejor media hora de la historia. Ese mérito pertenece a Miera desde 1978.
