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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

La calculadora de la prima de Babin

Ya vuelve la época de hacer cuentas además de las de la declaración de la renta. Lo de echar números en el fútbol cuando llega lo bueno (o lo malo) es como lo de las rebajas o saber que al final de "Verano azul" Chanquete se muere: es ley de vida (y de mercado). A José Alberto las cuentas le salen siempre que el Sporting, como una draga, siga tragando y tragando puntos. Lo que está por ver es si los de JA podrán mantener ese ritmo de equipo puntero de las últimas jornadas que han permitido a los rojiblancos dejar atrás lo de la "chorrada" de hablar de luchar por el ascenso y volver a sentirse candidatos. JA, cosas del directo, dice que deja para otros lo de hacer números, pero reconoce que alcanzar la promoción está en manos del Sporting si se ganan cinco partidos sin tener que esperar por las pifias del resto de rivales. Es lo que tienen tantos enfrentamientos directos entre aspirantes a la tercera plaza de ascenso vía promoción. Por un instante JA se ha olvidado de lo de "partido a partido" que tan buen resultado ha venido dando después de la pifia, que parecía la última y definitiva, ante el Rayo Majadahonda en El Molinón.

Quizá el técnico (del pueblo, como lo han bautizado por estos lares) haya caído en la tentación de hacer como la prima de Martinica de Babin, cuya calculadora señala que hay muchísimas probabilidades de que el Sporting pueda volver a ponerse a dos puntos del play-off cuando concluyan todos los partidos de esta jornada. Por mucho que se empeñen en decir que en los vestuarios no se hacen cábalas, que ni leen ni escuchan lo que se escribe y dicen de ellos, ni echan un ojo a las redes sociales para ver por dónde respira la enfurecida masa tuitera, la realidad es otra. Tan cierto todo esto, como falso lo de ese tipo de futbolistas que aterrizan en Europa de lejanas latitudes diciendo eso de "soy del Pamplona desde pequeño. Me encanta Osasuna como ciudad".

Y así, con amor por las matemáticas o sin él, al sportinguismo no le queda otra que dormir con la calculadora como compañera de cama hasta que la incógnita de cómo terminará la temporada para los intereses rojiblancos se despeje. Nada distinto a lo que ocurre en otras ciudades y capitales de provincia que tienen las mismas aspiraciones que el Sporting.

Tanto es así, que a ninguno de los candidatos les tiembla el pulso a la hora de apretar a estas alturas de curso el botón de la trituradora de carne. No hace mucho el Dépor fulminó a su técnico y tras ello la directiva en pleno se hizo el harakiri. Y días atrás, el Oviedo dio boleto de ida a Anquela para echar mano de un viejo conocido en búsqueda del "efecto Zidane". Y ya van dieciséis en una Liga de veintidós equipos. No está mal la media.

Así que si la calculadora de la prima de Babin sigue dando señales de que hay vida en el universo rojiblanco, la diversión se alargará una jornada más, y otra, y otra... Lo que servirá para que, por ejemplo, los muñidores del proyecto deportivo que ha sumado el partido mil de la era Fernández saquen la cabeza de la trinchera ahora que parece que ya no silban balas de grueso calibre. Pero las treguas en esto del fútbol no suelen durar mucho. Algo que sabe hasta la pariente de Martinica de Babin a la que, por cierto, igual habría que preguntar cómo va lo de la renovación de su primo y si a la calculadora de JF le salen los números por esto del límite salarial y tal y tal.

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