La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Eloy Méndez

Pase al hueco

Eloy Méndez

No son las matemáticas

Las malas sensaciones del equipo y la lesión de Mariño, un referente

El problema del Sporting no radica en las matemáticas sino en las sensaciones. De nada servirá haberse pasado toda la semana haciendo las cuentas de la lechera si el equipo pisa el césped de El Molinón para enfrentarse al Lugo con las misma actitud que mostró en Mallorca, resultado directo de sus limitaciones por la infausta planificación de la campaña. Viendo el rendimiento de la plantilla en el último mes, parece casi un milagro que las gentes rojiblancas sigan a estas alturas con la calculadora en la mano.

Que el portero vaya camino de convertirse en el mejor de la temporada en un club llamado por imperativo legal al ascenso lo dice todo. Diego Mariño no sólo ha demostrado por segundo año consecutivo un rendimiento muy superior a la media de la categoría sino que se ha hecho merecedor del respeto de todos por su personalidad bajo los palos y ante los micrófonos. Su lesión en la recta final es una injusta condena que, al menos, ha servido para que sienta el cariño de sus compañeros y de la hinchada. Haga lo que haga, debe saber que siempre podrá pasear por Gijón con la cabeza bien alta.

No es momento aún de exigir sogas en plaza pública sino de contener la respiración a la espera de un desenlace poco probable. Si finalmente ocurre lo contrario, habrá que girar la mirada hacia los responsables. Todos, sin excepción, están en la zona acristalada de la siempre bendita Escuela de Fútbol de Mareo.

Compartir el artículo

stats