La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

Al final, triunfó el amor

Ante el inicio de un nuevo proyecto rojiblanco en Segunda

Y al final, triunfó el amor. Javier Fernández y Miguel Torrecilla han decidido darse otra oportunidad. Ha pesado más el conocimiento de las grandes Ligas del director deportivo y su dominio de las hojas de Excel que los resultados y la pérdida de fe en el gran timonel por parte de algunos de los habitantes de la nave acristalada de Mareo. Junto a ellos se mantendrá, cuentan, José Alberto, al que ayer se vio más sonriente que en semanas anteriores quizá sabedor de que, pase lo que pase, podrá empezar de cero su primera temporada en el fútbol profesional.

Despejada la crisis matrimonial, a la pareja JF-Torrecilla le toca ahora empezar a reconstruir las bases del nuevo proyecto que tiene pinta de ir por el mismo caminito que el de este curso. De lo de hacer autocrítica, cortito y con sifón. A los ideólogos no les queda otra que asumir que sí, que se fracasó, pero que la idea era la mejor y que volverían a hacerlo. Que había mimbres para más, pero que los cesteros no los supieron aprovechar.

Así que ahora a JF y compañía les toca salir al rescate. Y para ello, lo primero es cuadrar las cuentas. Es lo que ocurre cuando pasan los años, no se alcanza el objetivo y los ingresos menguan fracaso tras fracaso. Toca vender. Lo mejor es que, al menos, se están dejando las cosas claras desde el primer minuto. Los contables rojiblancos creen que hacen falta unos cuatro millones de euros para poder mantener el mismo nivel de vida la próxima temporada. La puerta de salida se abre para el mejor del año -Mariño- o para la última perla de Mareo -Dani Martín-. Y luego se espera completar la caja con Lod y Cofie, que además liberarían un buen pellizco de la masa salarial.

Pero por mucho que ésta descienda, el club no hará un esfuerzo por Babin, que ha pedido unas cifras que han hecho sonrojar a más de uno en la planta noble, y más cuando en la zona enmoquetada se afea al central haber empezado a desembarcar antes de tiempo.

Así que, recapitulando, habrá que buscar centrales, habitantes para el centro del campo y algún jugador diferencial, que se dice ahora. Y todo a la espera de que al partisano serbio no le entren ganas de pedir la cuenta para sacar el máximo rendimiento de su segunda vuelta y cambiar de destino.

¿Y de lo que queda de temporada? Pues poco más que lo visto el viernes en Zaragoza. El Sporting, sin querer, estuvo a punto de sumar los tres puntos. Pero marcando con la mirada y a medio gas, es complicado. Queda por ver si habrá reparto de minutos entre los jugadores del filial por eso de ir conociendo caras nuevas y si habrá manera de revalorizar a los transferibles como Robin Lod, que en La Romareda soñó con el triplete.

El calendario invita a poco. Asegurados los tres puntos de la visita a Reus, al Sporting le toca recibir al Albacete, en plena carrera por el ascenso directo -hoy se la juega ante el Granada- y cerrar el curso ante el Cádiz. Será una tarde en la que las ilusiones de otros dependan de que a los de JA les dé por estar inspirados. Habrá que esperar para ver si, otra vez, triunfa el amor.

Compartir el artículo

stats