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Mario Antuña

A la contra

Mario Antuña

El Sporting no sostiene el "costeru"

El partido de Ponferrada coloca al equipo ante sus aspiraciones reales: asegurar la permanencia

"Supimos bajar a la mina a trabajar...", afirmó Djukic para explicar las dos victorias del Sporting ante Racing de Santander y Cádiz, que suponían una mejoría y acercarse a los puestos de promoción. Pero el equipo, en Ponferrada, no pudo sostener el "costeru" (pieza de la entibación minera) y aunque no sufrió un "derrabe" (gran desprendimiento de carbón) por sus efectos en la clasificación, fue suficiente para situarlo ante el espejo de su realidad más descarnada: el Sporting aspira a intentar conseguir cuanto antes los 50 puntos que le darían la hipotética permanencia, ahora no da para más.

La mina tiene sus rituales de trabajo: a "grosso modo", primero se da tira (cadena humana para llevar los materiales al tajo), después se "postia" (colocación de la entibación para asegurar el lugar de la labor) y a continuación se pica el carbón. Este Sporting de Djukic da tira, es más solidario, juega más unido..., pero no le da para sostener el juego y sigue careciendo de gol. El partido en El Toralín (que ya no parece tanto un futbolín) dejó una vez más en evidencia sus carencias (tiempo habrá para analizar el que va camino de ser el tercer proyecto de fracaso triunfal), agravadas por una defensa de circunstancias. Si los equipos se arman desde atrás y el Sporting había fiado su recuperación a la solidez defensiva, en Ponferrada herró en su configuración. Cuatro laterales, dos reconvertidos en falsos centrales, y Borja López ausente. ¿Cuál es el motivo para preferir jugar así, que con un defensa central puro? Sea cuál sea el motivo, no parece explicar la apuesta por una zaga tan debilitada.

Con lo poco que ofrecía el equipo, el Sporting estuvo a punto de precipitarse a los abismos de la Segunda; con otro poco que le puso Djukic, casi se acerca a la promoción. Tras la derrota en El Bierzo, el Sporting se coloca en una posición equidistante: a cinco puntos de la promoción y del descenso.

Dicen los expertos que mina con ratones es una mina segura. La mejor seguridad para este Sporting es garantizar la permanencia con premura. Lo demás son sueños. Es fácil para una afición tan castigada y necesitada como la sportinguista ilusionarse y viajar a Ponferrada soñando con una tercera victoria consecutiva. Pero sólo hay un objetivo, convertirse en una mina con ratones.

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