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Eloy Méndez

Pase al hueco

Eloy Méndez

Nueve puntos

Las dos caras del Sporting y el merecido aplauso a Gragera

Tres victorias. Es lo que le hace falta a este ciclotímico Sporting para alcanzar los 50 puntos, considerados el umbral de la permanencia en Segunda División, una categoría que se hace insufrible por momentos y que los aficionados siguen por amor a sus colores y no al fútbol que se practica. Tres triunfos para amarrar la salvación en esta anodina temporada, el único objetivo realista desde hace muchos meses, después de que el equipo se haya paseado en varias ocasiones por el borde del precipicio. Si luego, por arte de birlibirloque, hubiera algo más que eso, habría que celebrarlo, pese a que no sería merecido.

El partido de ayer fue el resumen perfecto de lo que va de curso, que ya es bastante. En la primera parte se vio el Sporting dubitativo y reservón que a menudo acaba pagando su falta de empuje, una versión muy común como visitante. Y en la segunda mitad salió a la luz el equipo resolutivo y más vertical que emerge de vez en cuando por El Molinón para que las buenas gentes rojiblancas puedan fantasear durante una semana con promociones de ascenso y otras cuentas de la lechera. En tres minutos, resolvió el choque con aparente facilidad. Después se dedicó a someter a Las Palmas a un castigo quizás demasiado duro, pero al que se arriesgan quienes juegan al fútbol sin ambición.

Tres notas pueden hacerse del choque de ayer en el estadio más antiguo de España, que sigue sin alcanzar los 20.000 espectadores por culpa de los que saltan al campo y no de los que se quedan en casa. La primera es el acierto de Álvaro Vázquez, que se ha ganado la titularidad a pulso sin hacer ninguna maravilla, aupado por la nula eficacia de Djurdjevic, el delantero de los dos millones y medio, que ayer vio todo el partido desde el banquillo, tal y como ya ocurrió en el duelo frente al Cádiz. La segunda es que Gragera pudo llevarse una merecida ovación en una dura semana y que Djukic anunció que el canterano ya es un jugador hecho y derecho, preparado para dar muchas alegrías. Y la tercera es que Unai Medina está lejos del mínimo nivel exigible para el fútbol profesional.

Fuera del campo, destacar el encomiable y original gesto del club por el 8 de marzo, sacando en el marcador a las jugadoras del equipo femenino cuando se anunció la alineación titular antes del pitido inicial. Y que al Sporting, al contrario que a César, le sonríen los idus de marzo desde que regresó a Segunda. Que siga la racha. Quedan nueve puntos.

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