La verdad es que he dudado en ponerme a opinar sobre el tema de lo que las federaciones deportivas están decidiendo sobre las competiciones interrumpidas por el maldito coronavirus. Con la que nos está "cayendo", hablar sobre ascensos y descensos deportivos (y sobre todo en el fútbol territorial) es entrar en una dinámica innecesaria y que poco nos va a aportar para salvar la situación tan delicada en la que se está desenvolviendo la población.
Pero visto lo visto, y en lo referente al fútbol territorial asturiano, permítanme que deje mi modesto, y nada interesado, parecer sobre el tema. La Federación Asturiana de Fútbol ha hecho públicos los ascensos que propondrá a la Asamblea Territorial para su aprobación. Un total de 144 clubes cambiarán de categoría. Aparte de esto, ningún club descenderá de categoría. Yo me pregunto lo del enunciado de este artículo, ¿para qué sirven las categorías? Y la competición, ¿ha tenido algún valor, en la situación que estamos padeciendo? Ahí les dejo las preguntas, para que, si tienen a bien, ustedes mismos se las respondan. ¿No hubiera sido más práctico, y justo (si es que la justicia existe en el deporte), haber dado por no disputada la competición 2019-2020?
A uno le sugiere esta decisión varios pensamientos, que imagino que a más de uno de los lectores también les vendrán a la mente. No somos nadie para entrar en una decisión que no nos compete, pero sí podemos exponer. Quizá se busca el tratar de favorecer a la mayoría de clubes, con una decisión fácil y beneficiosa para otros intereses, pero totalmente inadecuada y poco positiva para el deporte. ¿Estaremos devaluando las categorías? También se deberá oír, aunque quizá sean la minoría, a los demás clubes que participan en la competición y que quedan orillados de la misma. Porque, ¿se ha pensado en la masificación de las distintas categorías con tantos ascensos y ningún descenso que se producirán?
Quizás esto nos lleve a seguir leyendo, en las decisiones semanales del Comité de Competición la continua retirada de clubes por falta de efectivos. Ya que pocos deportistas van a querer formar parte de clubes de las últimas categorías. Pensemos que lo que hoy nos parece estupendo mañana se puede convertir en algo adverso.
Y, por último, quisiera lanzar un SOS para las ayudas que los clubes modestos van a necesitar, una vez salgamos de esta (¡Dios lo quiera que pronto!), para poder sufragar el aumento de gastos y necesidades económicas que van a necesitar en los próximos años. La publicidad de estos, tanto estática como dinámica, se va a debilitar de manera incuestionable.
PD: Aunque las páginas de LA NUEVA ESPAÑA ya dedican un espacio importante en recuerdo a la gran cantidad de personas asturianas fallecidas durante esta pandemia, quisiera personalizar una evocación para dos buenos amigos que nos dejaron, padres de dos excelentes deportistas. A José Ramón García, "Piru", padre de nuestro seleccionador nacional de piragüismo, Miguel García. A Tino "El Candasu", padre de Tino, exjugador sportinguista. Portadores de una bondad infinita, en ambos se aunaban la discreción y la amistad verdadera. Algo de lo que el firmante ha podido disfrutar de ellos.
