He recibido con tristeza la noticia del fallecimiento de Tomás Cerra González, una de esas personas que te dejan marcado.
Hombre de gran porte y elegante, Tomás fue también un buen empresario. Reunía las cualidades que se precisan para ser exitoso en esas lides. Espíritu de superación, sacrificio, tenacidad y trato amable al cliente.
Aunque si por algo sobresalió Tomás fue por ser un gran deportista, destacando especialmente en la disciplina de tiro con arco, en la que llegó a cosechar grandes éxitos, acudiendo como entrenador a tres citas de los Juegos Olímpicos, y como entrenador y jugador de baloncesto. También por ser un amante del motociclismo, su otra gran pasión, llegando a ser delegado de la Federación de Motociclismo del Principado de Asturias. Esa pasión hizo que siguiera disfrutando de las dos ruedas hasta hace unos años.
Supo inculcar a sus hijos los valores que hacen grandes a las personas, valores que le llevaron a formar una gran familia.
Una persona cercana de nuestro Oviedo del alma, de gran corazón, y que sin duda ha dejado huella en todos aquellos que hemos tenido el inmenso placer de tratarle.
Finalmente, quiero destacar que se me ha ido un buen amigo y una persona que siempre estará en mi recuerdo.
Descansa en paz, Tomás.