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Pablo González

EN TERRITORIO COMANCHE

Pablo González

Venus y la inteligencia

Fue conocerse que había indicios de vida en Venus y el Sporting ha resucitado en los despachos: despedidas en tromba de los descartes. Esto permite que las nuevas caras estén más cerca. Ya se verá luego en qué acaba el pulso entre el club, Carmona y Nacho Méndez. Poco hay que decir sobre una situación en la que dos partes defienden sus legítimos intereses. Algo que no pueden alegar Tebas y Rubiales en su eterna pelea de gallos por demostrar quién manda más en el "fúrgol" patrio. El motivo de la disputa vuelven a ser los partidos televisados, cómo no. La Liga de cabeza baturra no se cansa de fijar encuentros los viernes y los lunes. Así que otra vez a dar trabajo a los juzgados, que andan escasos de trajín. La disculpa para iniciar esta bronca tabernaria antes de que el virus lo cambiara todo era proteger los derechos de los aficionados que iban a los campos. Ahora que el fútbol es sordo y mudo por la pandemia, se desconoce cuál es la justificación, por lo que se confirma la perogrullada: ni a Tebas (ya estaba muy claro) ni a Rubiales les importan los aficionados de a pie de pista, solo eran una disculpa barata para sus negocietes y vendettas. Y eso que en estos tiempos sí que tendría buena venta diseñar el espectáculo pensando en los futboleros de sofá. Pero tampoco. No hay manera. Así que al Sporting, que le tocaba jugar el lunes en Cartagena, ya sabe lo que le espera. Y no, no es saber si en la cúpula del fútbol español hay indicios de vida inteligente. Eso solo pasa en Venus.

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