De vez en cuando conviene recordar el viejo dato que dice que Gijón es una de las ciudades no de España sino del mundo con más vecinos apuntados a alguna colectividad. El dato viene a cuento por la situación que viven algunas de las sociedades recreativas más representativas del Gijón moderno, el Centro Asturiano de La Habana (o eso era antes) y el Club Hípico Astur. Ambas parecen ahora una especie de satélites del Grupo Covadonga, que desea a la segunda y rechaza a la primera. La primera, la rechazada, quiere integrarse en el universo grupista y la otra, la segunda, cuenta con un sector que se niega a la integración. O sea, un pequeño lío que muestra la vitalidad de la sociedad en la que vivimos. El Grupo es ahora mismo una especie de sol que tiene alrededor satélites que se acercan o se alejan según marcan las estaciones. La vida asociativa de Gijón es así de rica y de animada que hasta existe el Santa Olaya, que va por libre y a su aire.
La esquina