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No se pierden facultades

Algunas decisiones políticas que son bastante irracionales

Como últimamente no entiendo el comportamiento y las opiniones de la mayoría de la gente, he llegado a pensar que estaba perdiendo facultades a la velocidad del rayo. Afortunadamente se me ha encendido una luz en alguna parte de mi cabeza y he descubierto que no he perdido casi nada de mi brillante cerebro. Es que muchas de las cosas que pasan y las decisiones, sobre todo políticas, son bastante irracionales.

Vamos a intentar explicar las dichosas elecciones catalanas, porque desde el principio al fin son un despropósito. Para empezar, desde que se empezó a hablar del artículo 155, un artículo de carácter excepcional y alcance coercitivo con el cual el Gobierno del Estado puede obligar a la región al cumplimiento forzoso de sus deberes, hasta que se decidió aplicarlo pasó un tiempo angustioso. En aquellos momentos la aplicación del artículo era obligatoria porque el Govern no cumplía las obligaciones que la Constitución impone y estaba actuando de forma que atentaba gravemente al interés general de España.

Ya sabemos que el Presidente Rajoy se toma las cosas con calma y cuando tiene que explicar algo urgente, cuando los españoles estamos casi sin respirar por la angustia de no saber, en vez de salir a la palestra se refugia en sus cuarteles de invierno y como decimos los asturianos "calla como un afogao". Los rumores se multiplican. Por fin parece ser que Puchi y sus fans no piden elecciones, nos ponemos muy contentos, por lo menos yo, porque me parece que el momento no es el adecuado en absoluto, que hay que dar tiempo al tiempo, para que el nivel de desasosiego y enfrentamiento en Cataluña baje.

En ese momento el Presidente se decide a hablar y convoca elecciones para el 21 de diciembre, deja que el Puchi se escape a Bélgica, en donde se dedica a contar las mentiras más grandes de la historia a quién le quiera oír y como los belgas están en una situación complicada con los enfrentamientos entre los valones y los flamencos, hablando idiomas diferentes, los flamencos, flamenco o neerlandés y los valones francés que todo les parece normal pues van y le escuchan. Mientras tanto el Junqueras y algunos más en la cárcel, quejándose sin parar, aunque parece que están perfectamente tratados y alimentados.

Llega el día de los comicios con un resultado bastante lógico dentro de la poca lógica de los catalanes. Hubo una victoria pírrica de Ciudadanos, gracias al empuje de Inés Arrimada, una chica inteligente, valiente y que habla como los chorros del oro, pero los que se llevaron el gato al agua fueron los separatistas, independentistas con todos los gropúsculos de letras varias. El PP se cae con todo el equipo, a mí me da pena por Albiol el candidato del PP que a mí me parece una persona cabal, valiente que siempre da la cara pero es un resultado normal después de las decisiones o falta de ellas tomadas por Rajoy.

Y ahora viene el momento en el que no entiendo nada. En principio se suponía que había muchos más catalanes favorables a nuestra Constitución y encantados de ser españoles, pero que no se atrevían a manifestarlo en público porque tenían miedo, pero cuando llegan las elecciones libres, democráticas y bastante pacíficas no salen por ninguna parte. O sea ¿era mentira? Hay muchos más separatistas. Y cómo es posible que haya tanta gente que vote a unos representantes que están acusados por la justicia, muchos en la cárcel y otro, el cobarde mayor del reino, huido, dejando en la estacada a sus compañeros, paseando feliz por Bruselas con sus amiguetes, comiendo en buenos restaurantes. Una gente que ha conseguido que las más importantes empresas se están yendo a otros lugares de España. Se me ha caído otro mito, yo creía que para los catalanes la pela era lo primero, pero ya se ve que no.

Ahora encima se encuentran que para nombrar President del Govern a Puigdemont todo se les complican, si el susodicho individuo entra en el país, iría derecho a la cárcel. Entonces como la cordura brilla por su ausencia, hablan de una solución virtual porque para poder ser investido tiene que estar en el Parlamento y desde la cárcel no puede delegar. Uno de sus primeros actos una videoconferencia desde Bruselas para saludar a unos pocos pero entusiasta partidarios. Sólo nos faltaba un Presidente virtual.

Bueno, mientras tanto nosotros hemos sufrido la borrasca Bruno, otra ciclogénesis de esas, desde que les inventaron el nombre hay dos al mes. Estuvimos a punto de volar. Yo soñé que el viento se llevaba a los políticos de un lugar no muy lejano a otro sitio muy lejano y parecían muy contentos, hablaban raro pero creo que les entendí algo de crear una república.

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