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¡Esto es fútbol!

Un partido en El Molinón en recuerdo del maestro de periodistas Julio Puente

Es domingo 14 de enero de 2018, y aunque nunca quise ser cura, ni de "Les Mariñes" ni de mis queridos "esejotas", voy pal Molinón en homenaje a un gijonés de adopción al que esta ciudad despidió con honores de maestro de periodistas. Que tiempos en los que acudía a Los Fresnos a ver al Calzada, al Pelayo, al Atlético Camocha (luego Sporting B), a observar a Paco Rosal, a Gabino el del Roble, a Indalecio, a Iván, a Corbato, Agustín Villaverde?

Juega en el "Anfield gijonés" el filial del Sporting, los canteranos de mareo que ahí están de colíderes, mientras el primer equipo poblado de fichajes a cada cual más mediocre vaga, vagueando, por la zona media de la nefasta Segunda División.

En fin, cuando esto escribo recién comido, tras parada gratificante en Casa Ataúlfo (el fútbol a las doce me encanta), retomo mi billete y, coño, viendo como vi a los neños del filial, confieso que no entiendo nada. Estos chavales saben a lo que juegan, y eso que el Mirandés es un equipo marrullero en grado sumo que reparte cera para regalar, pues no en vano está dirigido por Alfaro, aquel leñero, médico él, que ocupó el dudoso honor de ser el defensa más veces expulsado de la Liga. El capitán, otro galeno, resultó ser Cervero, quien se hartó de dar codazos y de protestar en el medio tiempo que pastó en el cuidado césped que a todas luces le venía grande. En fin, los nenos pasaron con sobresaliente la prueba y practicaron un fútbol bien posicionado, con un contraataque letal. Es inexplicable que con gente de la casa así, míster incluido, soportemos a tantos tuercebotas e ideólogos del tres al cuarto. La tribunona, Don Julio, hoy lo vio como pa bobos. Te hubiese gustado y habrías disfrutado.

Prestome mucho lo que vi, pero, ¡ay!, parezme que aquí priman otros intereses.

Próxima parada, maestro, Capuchinos.

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