El poeta nunca los quiso bien: tal vez fuese un presagio. Los pintó llevando preso al hijo y nieto de Camborios, y luego bebiendo limonada después de tanta fatiga, ya se sabe: nada de alcohol estando de guardia. Fueron asunto de banderías políticas, y tomaron partido, unos por un bando y otros por el otro. Después, patrimonializaron bandera, Patria y orden público: que siempre pertenecía a los mismos: como si los de enfrente no fuesen también público de orden.
Costó años, por fortuna se salió del coma, aunque ahora algunos se empeñan en tentar aquella triste experiencia. Pero ahora todo es diferente, ya no hay teléfonos de baquelita colgados en la pared de los cuarteles, ni desayunan aguardiente con gotas de anís. Todos son más y más jóvenes. Muchos cargan en la mochila de su experiencia un Erasmus. Han viajado y han visto otras cosas, tampoco sus padres hicieron la guerra.
Por eso ahora se les ve más y mejor. Sentados en el banquillo de los acusados para que el malo no escape. También ayudando a empujar un coche que no quiere ponerse en marcha. Persiguiendo al narco entre bateas o en Gibraltar. Mirándote a la cara, con cara de pocos amigos, cuando enseñas el pasaporte. Y preguntando con educación si tienes algo que declarar, antes de dejarte, en ocasiones, en evidencia. Volando bajo y así dar caza al insensato que conduce mirando el móvil. Acompañándote a una farmacia en horas intempestivas. Rescatando en montaña y mar. También haciéndote soplar. Y con la profesionalidad de presentador de telediario, dando cuenta a los medios del éxito de una operación. Atendiendo a un herido y consolando en un siniestro, y tantas y tantas veces ayudando y nunca increpando.
Gente joven, bocanada de aire fresco, que espero no se malogre por el bien de una sociedad que los necesita para que el Estado de derecho pueda serlo. Sin Fuerzas y Cuerpos de Seguridad las sentencias son papel mojado aquí y en la China: nadie ingresa en prisión por gusto. Pero sobre todo los necesita España, que es lo que tenemos más nuestro, y además y por ahora, sin hipotecas.
Muchas gracias a todos aquellos que con vocación de servicio hacen posible una vida mejor a todos los ciudadanos.
29 de septiembre San Miguel, patrono de la Policía Local.
2 de octubre, Ángeles Custodios, patrono de la Policía Nacional.
12 de octubre, la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil.
