Normalmente, un candidato podrá acceder al poder político si asocia un discurso válido con el apoyo del poder económico. Luego, si dicho candidato fuera elegido, el "lobby" económico -personalizado por los poderes fácticos- podría, ocasionalmente, cobrar su apoyo obteniendo disposiciones del Ejecutivo que fueran favorables a sus intereses.
Más aún, los poderes fácticos suelen maniobrar en la sombra disfrazados de sociedades o fundaciones altruistas, convirtiéndose en el caballo de Troya de la democracia que fagocita a un gobierno legalmente establecido cerca de sus propias instituciones.
Se trata de "tiburones" de la especulación económica con enorme habilidad para hundir un mercado concreto, generando un desplome de activos para comprarlos de inmediato y retenerlos un período de tiempo. Atendiendo la Ley de la "oferta y demanda", su valor habrá aumentado notoriamente al venderlos, logrando unos beneficios económicos que, parcialmente, los traducirán en beneficios políticos: De este modo, semejante "tiburón" de la especulación cerrará su temible anillo de poder.
Según información obtenida de medios periodísticos o internet, uno de los "tiburones" que hoy día parece acechar España es George Soros: ciudadano norteamericano de 88 años, de origen húngaro, judío (su apellido inicial era Schwartz), presunto masón y magnate financiero, con un patrimonio de 24.200 millones de dólares (en el año 2015 logrados mediante especulación económica y manipulación política en países "diana".
Soros fue superviviente de la invasión alemana en Hungría, cambiando su apellido, y la soviética en la República Checa; huyendo al Reino Unido en .947 y estudiando en el London School of Economics and Political Science, donde se graduó en 1952. En 1.956 emigró a Estados Unidos, convirtiéndose en un analista financiero e iniciando una época de inversiones (1963-1973) cuyo éxito representa los cimientos de su fortuna. En 1973 fundó el "Quantum Fund" y, más tarde, el "Soros Fund Management" para especular en el mercado de divisas con estrategias neoliberales radicales.
Posteriormente, Soros invirtió sus beneficios en la turbia dinámica de la manipulación política, fomentando la creación de regímenes liberales basados en la ideología de una "sociedad abierta" y los postulados de Karl Popper. Así, al final de la década de 1970, Soros apoyó los estudiantes de raza negra en la Sudáfrica del "apartheid".
Entre 1984-1989, Soros jugó un papel decisivo en el retorno al sistema capitalista de los Estados socialistas europeos, apoyando el movimiento "Solidaridad" en Polonia y la organización de Derechos Humanos "Carta 77" en la República Checa.
También se implicó en la "Revolución de las Rosas" de Georgia y en el derrocamiento de Alberto Fujimori en Perú, sustituido por Alejandro Toledo, o, incluso, favoreció la candidatura de Barack Obama, del Partido Demócrata, como Presidente de EE UU.
En 1993, Soros creó la Open Society Foundation, cuyo fin era promover una red de fundaciones que crearan "sociedades abiertas" en Europa, África y América. Así, Soros ha gastado 8 millones de dólares para sostener los derechos humanos, la libertad de expresión o el acceso a una educación y sanidad pública en más de 100 países, incluyendo a España.
En España, según algunas informaciones, Soros se implicó con el secesionismo catalán desde su inicio, con Artur Más como Presidente de la Generalitat, creando en Barcelona la sucursal europea de su "OSF" y, también, a "CIDOB", entidad encargada de internacionalizar el proceso secesionista.
A su vez, Soros destinó 384.000 euros al "Observatori DESC" de Catalunya, plataforma social, cultural y económica de Ada Colau hasta que obtuvo la Alcaldía de Barcelona. Según las mismas informaciones periodísticas, Colau nunca hubiera logrado ser alcaldesa si, antes del año 2014 Soros no la hubiera financiado mediante intermediarios como Norwegian Helsinki Committe.
Otro beneficiado de Soros fue David Bondía, independentista radical y presidente del Instituto de Derechos Humanos de Catalunya, al recibir por esa vía noruega la suma de 127.000 euros para su movimiento "Defender a quien defiende". Consiguientemente, dicha partida económica donada por Soros al secesionismo catalán superó los 500.000 euros.
Evidentemente, la implicación de Soros en la vida política catalana resulta inquietante porque implica una hipoteca ignorada por el secesionismo que lo venera, como un "Sant Jordi" que pretende liberar a Catalunya de su supuesto dragón (: España).
En el resto de España, Soros intenta "tocar" a ciertos medios de comunicación y comprar activos de grandes empresas españolas; lo cual podría presagiar un ataque similar al de 1992 contra la libra inglesa, donde supuestamente Soros obtuvo un beneficio de 1.000 millones de dólares en 24 horas.
Soros también destaca por fomentar la inmigración ilegal hacia la Unión Europea, con lo cual aspira obtener un beneficio substancial. Así, financia campañas pro-inmigración o causas judiciales de ONG defensoras de derechos humanos, siendo buen ejemplo la causa de "El Tarajal" contra 16 guardias civiles de Ceuta.
Irónicamente, el Gobierno de Hungría ha bloqueado las ONG alineadas con Soros dado que sirven a intereses "globalistas" y lesivos para su país; siendo acusadas de concentrar la riqueza de Hungría en determinadas entidades y de interferir su vida democrática.
Dicho esto, me pregunto: ¿qué pretende este tiburón especulador al donar tanto dinero al secesionismo catalán o a las ONG interesadas en la inmigración irregular de España? ¿Pretende inducir el caos social con su desmesurado aumento? ¿Qué relación mantiene con el populismo de Podemos o la propia Moncloa; donde, según medios periodísticos, fue recibido por su titular la tarde del 27 de junio pasado?
Cualquier ciudadano desearía tener respuestas convincentes a dichas preguntas porque si este personaje puede condicionar el discurso de ciertos políticos nacionales -tal como parecen indicar diversas páginas de internet-, el resultado para España sería demoledor.
En definitiva, el secesionismo catalán debe liberarse de la ingenuidad y miopía política, fruto en gran medida del adoctrinamiento de TV3, que le impide considerar a George Soros como un tiburón de la especulación económica o un cáncer político que acecha sin escrúpulos a Catalunya y, quizás también, al resto de España si el Gobierno central no lo impide.
