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Concejal del PSOE en Gijón

Gobierno a la fuga

Con Foro en el Ayuntamiento de Gijón hay que aplicar la ley de Murphy: cualquier situación es susceptible de empeorar

A estas alturas y atendiendo a su trayectoria al frente del Ayuntamiento de Gijón, nadie debería esperar gran cosa del proyecto presupuestario presentado por Foro la semana pasada. En el Grupo Municipal Socialista poco esperábamos y lo único que encontramos es la constatación de que el gobierno de Moriyón ha pasado de la respiración asistida a la carencia de signos vitales. Ni la inercia de los mandatos socialistas, ni el buen hacer de los y las trabajadoras municipales, ni la fuerza de una sociedad civil, la gijonesa, caracterizada por su empuje y dinamismo han sido suficientes para dar el último aliento al partido de Cascos.

Es cierto que Foro ya había esbozado una hoja de ruta poco alentadora con su propuesta de Plan Económico Financiero. Igual de cierto es que la Alcaldesa y su concejala de Hacienda negaron hasta la saciedad que ese plan implicara recorte alguno, pese a que, negro sobre blanco, se anticipaba una importante rebaja en programas sociales, una reducción notable de las inversiones o un aplazamiento sine die en el pago de unas ayudas a fachadas que suman más de 60 millones de euros. Si bien, aplicando los principios de la Ley de Murphy, cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar.

Y empeora, entre otras cosas, porque el gobierno municipal renuncia a utilizar toda la capacidad de gasto que le permite la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que ya no es mucha, y prefiere dejar 5 millones de euros en un cajón. Esta decisión provoca, entre otras cosas, que el presupuesto para inversiones en 2019 sea aún menor que el esperado y se quede en unos paupérrimos 9,5 millones que no dan para gran cosa, si acaso para dar una patada a seguir a unas cuantas actuaciones pendientes en la ciudad.

Pero el problema no solo reside en el cuánto, sino también el qué y en el cómo. A modo de ejemplo, resulta sorprendente que para la remodelación de las avenidas Manuel Llaneza y Pablo Iglesias únicamente se presupueste su pavimentación y se renuncie a mejorar sus aceras (bastante deterioradas), a incorporar un carril bici o a buscar mecanismos para priorizar el transporte público, tal y como se recomienda en los documentos del Plan de Movilidad. Es decir, se opta por poner un parche de más de 500.000 euros (casi nada) que condicionará cualquier actuación en esas calles a corto y medio plazo.

Tampoco se libra de este despropósito la participación ciudadana. Han pasado más de 10 años desde que los y las integrantes de los Consejos de Distrito tuvieran la posibilidad de realizar propuestas de inversión en sus barrios para ser ejecutadas por el Ayuntamiento de Gijón. El pasado año la mayor parte de las asociaciones vecinales de la ciudad optó por no presentar propuesta alguna para denunciar, entre otras cuestiones, la incapacidad del gobierno de FORO a la hora de completar las actuaciones comprometidas. La respuesta a ese plante vecinal es la renuncia a abrir este procedimiento en el presente ejercicio y en el proyecto de presupuestos de 2019 hay cero euros reservados para la ejecución de inversiones propuestas por el tejido asociativo de la ciudad en los distritos.

Ni la playa de San Lorenzo, con todo lo acontecido en los últimos meses en arenal gijonés, se libra de los recortes, pues el gobierno ha optado por eliminar cualquier partida dirigida a estudiar con mayor profundidad la dinámica del principal atractivo turístico de la ciudad. Mientras la ciudad debate sobre si hay más o menos arena en la playa, lo que no hay es debate sobre si el gobierno municipal está o ya se ha ido. Como dijera la señora Moriyón mucho tiempo atrás, la fiesta terminó y ahora hay que pagar.

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