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Sesenta años de "Esperando a Godot"

"La Máscara", grupo de teatro del Ateneo Jovellanos, representó por primera vez en Asturias, en diciembre de 1958, la obra de Beckett

Este mes de noviembre se cumplen 60 años del estreno asturiano de "Esperando a Godot", de Samuel Beckett. Era un montaje de "La Máscara" que, en su primer año de existencia como compañía de teatro de cámara y ensayo del Ateneo Jovellanos de Gijón, ya contaba con un importante repertorio sobre sus espaldas: "Panorama desde el puente", de Arthur Miller; "Ana Kleiber", de Alfonso Sastre; "El gran teatro del mundo", de Calderón y "La marquesa Rosalinda", de Valle Inclán.

"Esperando a Godot" había sido estrenada el 5 de enero de 1953 por el gran actor francés Roger Blin, en un pequeño teatro de París, constituyendo uno de los mayores éxitos del teatro de posguerra a pasar de haber sido rechazada por varios directores con el argumento de "no ser teatral". Por aquellos años, la obra formó parte de los repertorios de todo grupo teatral que se preciase de vanguardista y, hasta nuestros días, ya considerada un clásico contemporáneo, nunca ha dejado de llevarse a escena.

"La Máscara" tomó el texto traducido por Trino Martínez Trives, publicado en el número 1, de la (hoy veterana y prestigiosa) revista teatral "Primer Acto", de abril 1957. En la obra de Beckett, "La Máscara" halló un lenguaje propio en el que se encontró muy a gusto, iniciando un camino de profundización en otras formas de afrontar el hecho teatral, rompiendo con muchos convencionalismos interpretativos en los ritmos, tonos? escenografía de síntesis, símbolos sobre cámaras negras y práctica liquidación de restos naturalistas que pudieran permanecer en sus anteriores trabajos.

"La Máscara" propuso un escenario de cámara gris (el asfixiante interior de un cajón) y dentro, como único elemento, el árbol del suicidio. Los harapientos personajes tocados con bombín, vestían frac alguno y otros americanas oscuras, y fueron encarnados por Andres Mori (Lucky), Eladio Sánchez (Pozzo), José Martínez (Muchacho), Laureano Mántaras (Didi) y Ramón Vega (Gogo), que también dirigió el montaje.

Para cerrar, quiero referirme a la función ofrecida en el amplio salón de la Casa Sindical de Oviedo, completamente abarrotado de un público muy cualificado del que dio buena cuenta en su crónica, el anónimo y entusiasta periodista de LA NUEVA ESPAÑA (21-XII-1958), bajo el título de "Un acontecimiento artístico para un público de nuestro tiempo" . "Un público juvenil tuvo ocasión de presenciar ayer, en el Teatro de la Casa Sindical, un espectáculo sorprendente: el estreno de "Esperando a Godot", la revolucionaria obra de Samuel Beckett, por el grupo "La Máscara" del Ateneo de Gijón. Lo primero que hay que destacar, al margen de la calidad de la obra, es el sensacional nivel artístico al que ha llegado este conjunto de actores gijoneses. Resulta difícil imaginar una interpretación más inteligentemente hecha, más llena de sutil intención y más impecable en su precisión, que la que ofrecieron (?) no sería después de este alarde aventurado considerar a "La Máscara" como uno de los grupos de vanguardia más maduros de cuantos en España se esfuerzan por llevar al conocimiento de sectores verdaderamente interesantes del público, el teatro universal de nuestra hora (?)".

"Esperando a Godot" sería la primera de las obras del llamado Teatro del Absurdo que montaría "La Máscara" y que constituye más de la mitad de su producción teatral a lo largo de su creativa existencia entre 1957 y 1971. Precisamente, de estos años y de estos mismos asuntos, hablaremos el próximo martes 13, a las 19:30 horas en el Ateneo Obrero den Gijón, en una charla organizada por Astura y que he titulado: "TEUs y Teatro de cámara en Asturias (1955-1970).

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