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Crítica / Música

"Love of Lesbian": la madurez de un pop reposado

Cuando la temporada de festivales llega a su fin, es buen momento para refugiarse en las salas o en los teatros. Abundan los grupos que tiran de conciertos organizados por marcas cerveceras, pero son pocos los que consiguen fraguar una gira como la que acaba de reactivar "Love of Lesbian". Lejos de ser un refrito de grandes éxitos adaptados al formato y el contexto de un auditorio, el espectáculo "Espejos & espejismos" es una oportunidad para ver una cara diferente de este grupo catalán, un recital con canciones poco habituales en su repertorio festivalero aderezado por una cuidada puesta en escena, un concierto de los que agradecen los fans que conocen también las caras B de su discografía. Y, si algo quedó claro el pasado sábado, es que en Asturias hay muchos de estos seguidores, porque el papel se había agotado en la taquilla con una semana de antelación.

Hace cuatro años que estrenaron "Espejos & espejismos", pero la actualización del espectáculo se ha visto enriquecido con los temas de su último trabajo de estudio, "El poeta Halley" (2016). No es una casualidad, parece que el rumbo de "Love of Lesbian" se encamina hacia la madurez, y sus canciones ganan en peso y adquieren poso cuando se desnudan y cambian las distorsiones por una tímbrica más nutrida y detallada. De esta manera también se hace más presente la voz de Santi Balmes, seña de identidad del sonido del grupo; no es la suya una garganta privilegiada en lo lírico, pero tiene grano y afecto para dar el clima adecuado a las canciones.

El concierto fue pausado. "Nada" a piano y voz abrió el telón y el resto de los instrumentos se fueron incorporando poco a poco. Esta carta de presentación marcó la senda de un recital en el que predominaron los medios tiempos. El público estuvo respetuoso, ovacionando casi cada tema. Era un concierto para escuchar, y afortunadamente los conatos de palmas pronto quedaban desactivados por la forma en la que caminaban las canciones, echadas para atrás para lograr un mayor efecto en el impulso y, en ocasiones, para alcanzar un aire épico alargando los fraseos, como en "Wio, antenas y pijamas" u "Océanos de sed"; esta última también con una interesante progresión armónica.

Fueron más de una veintena de temas en más de dos horas de espectáculo. "Love of Lesbian" se entregaron a fondo y buscaron la complicidad con el público a través del diálogo e incluso bajando al patio de butacas para cantar sin amplificación "Segundo asalto". "La noche eterna" fue prácticamente la única concesión para quienes esperaban más intensidad y densidad sonora, pero "Los males pasajeros" se encargaron de devolvernos al ambiente sosegado que también gobernaría la recta final en canciones como "Un día en el parque" u "Oniria o insomnia", que fue la elegida para cerrar el telón. "Love of Lesbian" cumplen veinte años, y si han definido su primera etapa de canciones en inglés como una adolescencia musical, parece que ahora están en una madurez marcada por un pop reposado con muchas posibilidades para seguir dando buenos frutos.

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