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Tormenta de ideas

Empatía versus análisis

El cerebro de ellos y el de ellas y cómo somos unos y otras

Yo lo sabía. No es que una sea más sabia que los eruditos que hicieron el último estudio sobre el cerebro masculino y femenino, solamente que llevo casi cuarenta años viviendo con uno, tengo dos hijos varones y en la clínica me he encontrado con cientos. Esto quiere decir que nadie va a certificarme algo que sé, creo desde que nací cuando me relacionaba con el género masculino.

Creo que nunca han tenido secretos para mí. Porque son sencillos, nada complejos y eso allana el camino para conocerlos mucho mejor. Esta vez un reciente estudio nos informa de la diferencia cerebral entre hombre y mujer investigación realizadas sobre ni más ni menos que 700.000 personas en el Reino Unido, y dirigido por investigadores de Cambridge. Y llegan a la sabia conclusión de que los hombres sintetizan, analizan y clasifican mejor que nosotras, pero que nosotras tenemos mucha más empatía? Vamos, que inventaron la pólvora.

Anda que no tenemos claro cómo somos y nuestras maravillosas diferencias, y no presumo yo ni nada de ellos. Porque a ver. Ustedes han observado como yo que los hombres son absolutamente incapaces de hacer varias cosas a la vez, por ejemplo, mientras que para nosotras "la multitarea" es algo cotidiano: sin ir más lejos en este momento mientras les escribo este artículo, estoy pendiente de hacer una llamada, pero no me contestan con lo que estoy cada poco marcando el número, escuchando a la coordinadora de mi consulta preguntándome cosas del día a día y pendiente también de preparar el viaje que tengo que hacer (de trabajo, de verdad) con lo que apunto a la vez en mi teléfono lo que me falta por meter en la maleta, y mirando en internet más información.... Algo totalmente impensable para el padre de mis hijos, que necesita hiperfocalizar para cualquier tarea que se le encomiende. Sin embargo es capaz de analizar y llegar al nudo del problema mucho antes que yo, que me dejo llevar por una oleada de emociones que a veces nublan mi razonamiento (que todo hay que reconocerlo).

Igualito que lo de los mapas, que parece una estupidez, pero es una realidad como la copa de un pino. No soy capaz. Doy gracias a Dios y a la tecnología de que existe el gps, porque las riñas cuando tenía que desplegar el mapa enorme, que ni sabía doblarlo luego, para llegar, eran antológicas y acabábamos como el rosario de la aurora. No tengo ni idea de orientación espacial. Ellos son mejores, lo que no quita, por supuesto que haya honrosas excepciones. Pues eso, nosotras sabemos ponernos en el lugar de los demás con mucha más facilidad (empatía) somos capaces de entender el sufrimiento, la angustia o la ansiedad del otro, reconocemos incluso por la expresión corporal o el tono de voz lo que les pasa a cualquiera de nuestro entorno y mucho más si la relación es intensa, como con los hijos, porque ellos tienen el corazón de cristal para una madre, según decía siempre la mía y no necesitan hablar para que sepamos lo que les pasa.

O sea que eso. Que este último estudio enfatiza algo que ya sabíamos y nos explica que estas diferencias en sistematización y empatía vienen dadas en parte por la genética, por supuesto, por las hormonas prenatales (Louan Brinzendine tiene unos estupendos libros que lo explican maravillosamente) y por la experiencia ambiental. En fin, insisto, que estos no se van a llevar el nobel, está claro, pero me dejan muy pero que muy tranquila. Somos más empáticas? es decir más inteligentes emocionalmente. Ahí es nada.

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