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Gijón es un belén

La ciudad, epicentro de la ruta de los nacimientos durante la fiesta cristiana de la Navidad

La explosión de luz polimorfa y de múltiples colores y guiños que alegran algunas calles y que este año luce en el Muro, anuncian la llegada esperada de Navidad. Los admirables y admirados belenistas de Gijón, han convertido la ciudad en epicentro de la ruta de unos belenes llenos de piedad y ternura en la fiesta cristiana de la Navidad, que siempre tiene un sabor especial y contra la que nada han podido ni los totalitarios de otros tiempos, ni pueden los postmodernos laicistas para los que no hay relatos universales sino relativismo y nihilismo virtuales. Pero el sentido y la celebración de Navidad son plurales y no siempre coincidentes. Así tenemos la Navidad del Mesías, de Händel, la de los grandes oratorios y cantatas de Bach; la de los humildes villancicos "Noche de Dios"; las ciudades vestidas de luces; de las vacaciones escolares, de los belenes y árboles; de las compras, como la Navidad de las grandes superficies y de sus rivales comerciales pequeños y grandes; de las comidas suculentas en familia; la de los que vuelven a casa por Navidad; la de las películas con toda clase de tópicos navideños vengan o no a cuenta 'made in USA'. En España se puede ver aún una gran película de Berlanga Placido, retrato de una sociedad quizá menos desarrollada y opulenta pero más alegra, festiva y confiada. Navidad que culmina con la fiesta de los Reyes y sus exóticas e intemporales cabalgatas. La primera fue "El Auto de los Reyes Magos", con la que se inicia el gran teatro en Lengua Castellana.

La Navidad de los políticos, incluidos los laicistas, quienes también felicitan con su peculiar felices fiestas y curiosos mensajes; la de los discursos regios con deseos de paz y prosperidad para sus conciudadanos: la Navidad del cese de las hostilidades bélicas por unas horas, aunque para los enemigos de la civilización cristiana, que no es solo el yihadismo terrorista y fundamentalista, sino que están en los que corifeos de una Europa laicista, su peculiar cristofobia navideña nunca cesa. La Navidad que en España este año sigue marcada por el Procés catalán y su huida hacia ninguna parte, y por la proeza democrática de Vox, quien contra todo pronóstico puede suponer el fin de un régimen tal como se ha conocido durante casi cuarenta años.

Jesucristo Dios y Hombre verdadero, nacido de Santa María Virgen. Esa Navidad siempre es eterna. Los relatos de la infancia de Jesús según San Mateo y Lucas, lo son histórico-teológicos, es decir, verdaderos, y han sido la fuente de inspiración durante dos mil años para obras grandiosas de música, pintura, escultura, poesía, cine, teatro (?)

No han faltado teólogos críticos y racionalistas- contradicción en los términos que los han rechazado por la presencia según ellos de lo mítico y fantástico. Pero esos relatos conforman la piedad popular y dan forma al misterio absoluto e intemporal de Navidad: encarnación del verbo en el tiempo.

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