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Playes

Homenaje de la federación vecinal a las vocalías de la mujer - como motor de las conquistas por la igualdad desde Gijón

Andar al rescate de la memoria mientras se trabaja el presente con la mirada puesta en el futuro no es tarea fácil. Presente y futuro suelen ser muy absorbentes y el pasado lleva las de perder. Hay que echarle fuerza de voluntad y tino: no sólo recordar sino tratar de colocar bien las piezas porque así es como la memoria ayuda a explicar el hoy y a reenfocar el mañana. La Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Gijón (FAV) está viviendo una experiencia que ejemplifica a la perfección ese proceso, individual y colectivo al mismo tiempo.

Todo empezó cuando se planteó homenajear a quienes echaron a andar las vocalías de la mujer en las asociaciones vecinales de Gijón, liderando a partir de ese contexto movilizaciones que desembocaron en grandes logros para la ciudad, como el centro de salud de Zarracina o el servicio de radioterapia en el Hospital de Jove. Hoy nos parece que siempre estuvieron ahí pero, en realidad, bien pudieron no estar si no hubiera sido por la presión de gentes comprometidas. Algunas de aquellas pioneras están para contarlo y otras ya no.

El año pasado, con motivo de la celebración del 40 aniversario de la legalización de las asociaciones de vecinos, la federación estrenó el documental "Mujeres que cambiaron tu vida", de José Luis Hernández y Pablo Bermejo. En él tomaban la palabra, en su nombre y en el de las que no estaban, mujeres que han hecho historia de ciudad. Fue un gesto muy significativo pero enseguida se percibió la necesidad de ir más allá de nombres e identidades y llegar a la esencia de la cuestión: el universo de mujeres alrededor de las vocalías, su despertar de la conciencia, su suma de esfuerzos -inconsciente al principio y muy consciente después-, su confluencia con el feminismo organizado, su influencia en las políticas del territorio?

El joven presidente de la FAV, Adrián Arias, supo ser sensible, poner los mimbres y dejar hacer, y María José Cuervo, responsable de la vocalía de la mujer, se puso manos a la obra. Reconozco que, tras su contacto conmigo para proponerme escribir un relato en el que abordar ese universo de tan diversas realidades personales, tardé un tiempo en encontrar el camino. Ahora que "Elina" ya está aquí me parece que siempre ha estado. Esa mujer valiente que "tenía que pedir permiso en casa para luchar por que las mujeres no tuvieran que pedir permiso". Al final, lo único inventado es la frontera que nos empeñamos en colocar entre lo real y la ficción.

Esther Canteli, Laura Castañón, Natalia Cueto, Paloma Llanos, Montse Martínez, Melissa Mieres, Toni Rodero, Pilar Sánchez Vicente, Carlota Suárez, Chelo Tuya y Rosa Valle, mujeres con las que me unen lazos de admiración y afectos, sumaron también sus miradas sabias para componer "Doce playes", donde no están doce sino todas. Están hasta las que nunca estuvieron y sucede hasta lo que se quedó en un poder ser. El pasado viernes el libro fue presentado en la antigua Escuela Superior de Comercio de Gijón.

En el debate y coloquio posterior hubo, cómo no, evocación de pasado, llamada de atención sobre el presente y franca inquietud frente al futuro. Qué cerca tenemos tiempos tan distintos para las sociedades, para las mujeres. Todavía hay voces vivas para contarlo. De las reflexiones de las propias protagonistas así como de Dulce Gallego, autora del epílogo del libro y presente en el acto, sí se deduce algo que me parece importante retener: el destacado papel de Gijón en tantos cambios a mejor desde la Transición.

Conviene no perderlo de vista y hacer músculo por si los tiempos que vienen. Playes y playos.

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