"Desde la Concejalía de Igualdad y Diversidad les deseamos unas buenas fiestas y que el año 2019 venga con mucha energía transformadora". Así comenzaba la felicitación de Navidad del citado departamento municipal a sus conciudadanos. Y sí, verdaderamente ejercita esa energía transformadora que deseaba. Porque vayan ustedes a San Google, por si no la han visto y observen la imagen con la que el Consistorio deseaba felices fiestas.
Sí, lo que están viendo. Palabrita del niño Jesús (bueno del niño Jesús precisamente va a ser que vale más no nombrarlo en esta tesitura). Porque la felicitación viene acompañada de un dibujo de tres reinas magas, sí, reinas, porque así pensamos que somos más feministas, una de ellas con hiyab y con el puño bien levantado, en postura que tal parece un hermoso corte de mangas. Y yo flipo. De verdad. No acabo de entender el mensaje. ¿Por qué utilizar una imagen religiosa que para muchos es muy importante para reivindicar derechos de igualdad? ¿Igualdad? ¿Practican la igualdad las mujeres que utilizan el hiyab?
No me lo acabo de creer y no le veo ningún sentido a poner una mujer con el velo y el puño en actitud agresiva. El hiyab, qué quieren, me parece que tiene también una connotación religiosa, seguramente, pero no apunta, esa religión al menos, al derecho de las mujeres, sino más bien todo lo contrario. No hay más que rescatar algunos de los pasajes del Corán, que según los estudiosos indican que "el uso del velo, ordena la modestia, la decencia y el pudor a la hora de mostrar públicamente el cuerpo". Toma igualdad y progresismo. Y siguiendo el Corán, en la azora 24 pide: "Di a las mujeres que bajen la vista con recato, que sean castas y no muestren más adorno que los que están [decentemente] a la vista, que cubran su escote con el chal [...]". Otro pasaje del Corán que se cita en conexión con el uso del velo es la azora 33: "¡Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran con el manto. Es mejor para que se las distinga [por ello] y no sean molestadas [...]". ¡Toma ya! Sigo alucinando en colores, los mismos que utilizan las tres reinas magas que tratan de transmitir un mensaje de poder y de igualdad, de feminismo, que se me atraganta totalmente en el alma. Estas cosas son las que verdaderamente perjudican a la igualdad. Porque no se trata de ser cada vez más provocadores, más irreverentes, más polémicos.
Las mujeres no necesitamos vestirnos de reina maga ni de mamá Noel, porque no es necesario. No queremos llevar velos para ser decentes, porque podemos serlo con ellos o sin ellos y en nuestra sociedad y en la religión católica el velo se desterró hace muchos años, precisamente en esa religión que ahora están empeñados en vulnerar continuamente mientras empoderan la del islam. No lo entiendo, no lo comparto, no me gusta. Me rebelo contra esta visión del feminismo, me rebelo contra el ataque a cualquier religión, me rebelo contra la actitud agresiva que se visualiza en esa imagen y me avergüenza que esto se haga con el dinero y los impuestos de todos los coruñeses. Está claro que no existe igualdad, que no practican la diversidad. Porque si hablamos de diversidad, ellos que no son religiosos, desde el ayuntamiento, deberían respetar a los que sí lo son.
Y los tres reyes magos, señores de la concejalía de Podemos, mareas o tormentas, que me da igual, son tres: Melchor, Gaspar y Baltasar. Los mismos que les podrían traer a esa concejalía un pelín de tolerancia, respeto y sentido común, para que al menos los vecinos católicos y los que no lo sean, pero tengan buen gusto y dos dedos de frente, sientan que realmente esa felicitación es para todos los coruñeses, algo que evidentemente no han conseguido esta vez. Por el bien de todos los coruñeses de bien, espero que estas mentes brillantes no repitan en las próximas elecciones, más que nada para que se recupere el buen gusto. Que así sea.
