La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Catedrático de Ingeniería Mecánica de la Escuela Politécnica de Ingeniería

Imparable evolución

Un campus y una Escuela Politécnica que ya se han convertido en referencia nacional y con aspiración de serlo también a nivel foráneo

El 25.º aniversario de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón supone un buen momento para reflexionar de los primeros años del campus gijonés y el nacimiento de la actual Escuela Politécnica de Ingeniería.

Precisamente la Escuela recientemente acaba de celebrar su 40 aniversario, en un emotivo acto con participación de los estudiantes de la primera promoción, los profesores de aquellos años, y otras instituciones y entidades, particularmente el Colegio de Ingenieros Industriales, que tengo el honor de dirigir.

En todos estos años la Escuela, y el campus de Gijón, se han ido consolidando como un referente de primer nivel en la enseñanza universitaria de nuestra autonomía. Cuarenta años han permitido construir una Escuela y un campus que ya sobrepasa desde hace años el ámbito local, para ser una referencia nacional y en muchos campos internacional.

Siempre he dicho que somos poco ordenados a la hora de registrar los hitos clave de una organización tan compleja que imparte los títulos de Ingeniero Industrial (actualmente másteres profesionales, con el Plan Bolonia), Telecomunicación e Ingeniería Informática. Cuando van transcurriendo los años resulta imprescindible, para el conocimiento, para su transmisión, y por la historia misma, disponer de registros, documentos, etc. que faciliten la comprensión de la evolución, el detalle de los sucesivos pasos, los cambios, los equipos de personas, los avances que hicieron posible pasar de la idea al proyecto, y al hecho mismo, de tanta relevancia para Asturias.

La Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales comenzó su andadura en el curso 78-79, en las instalaciones de la antigua Escuela de Peritos, gracias al impulso y tesón del Director Comisario, D. Luis Ortíz Berrocal, y también el apoyo del Colegio de Ingenieros Industriales y otros agentes, venciendo resistencias no justificadas.

La puesta en marcha del edificio de la ETS de Ingenieros Industriales, como primera piedra de un proyecto de largo alcance, en el que el Ayuntamiento de Gijón jugó un papel determinante, con sus alcaldes a la cabeza, particularmente Tini Areces, se puede ver hoy, con la perspectiva necesaria, como un hito transcendental, de extraordinario impacto, para al desarrollo de la ciudad de Gijón, el Parque Científico Tecnológico y la relación con el tejido empresarial asturiano, como evidencian los tantos y tantos proyectos de colaboración universidad empresa llevados a cabo a lo largo de todos estos años, sin olvidar, como clave de primerísimo nivel, el papel laboral de los egresados en dicho tejido.

Un hecho crítico para la Escuela fue el cierre del edificio en el año 98, precisamente siendo yo Director. El cierre de la Escuela supuso el realojo en la Escuela Superior de Marina Civil, durante un tiempo que realmente se hizo bien largo.

Recuerdo que el equipo de Dirección pusimos en marcha actos para celebrar el 20 aniversario, al objeto de revalorizar la Escuela y transmitir a la sociedad que la Escuela seguía funcionando a pleno rendimiento a pesar de las dificultades. La conferencia principal fue pronunciada por Pedro de Silva, con el título, bien motivado, de "Variaciones sobre la industria", dejando claro el papel transmisor de conocimiento de la Escuela, el avance e investigación y su enfoque aplicado.

En un momento determinado se ocuparon las sedes Departamentales Este y Oeste y los aularios Norte, con la Biblioteca, y Sur, básicamente como unidad Administrativa, y por supuesto con Aulas, despachos para el equipo Directivo, etc.

Como dije, a pesar de las dificultades, se desarrolló una actividad frenética, dotando los laboratorios, profundizando en la colaboración Universidad-Empresa, potenciando la investigación, las relaciones nacionales e internacionales, como se evidencia en el hecho de que la Escuela era el Centro de la Universidad de Oviedo con más alumnos Erasmus.

En ese tiempo se habilitó el Aula Magna del Aulario Sur, precisamente ubicando en sus laterales, dos murales de Roberto Crespo Joglar, que estaban en el hall del edificio clausurado, y ciertamente corrieron peligro de conservación durante un tiempo. También se ubicó en la pared de dicho Aulario Sur, en la planta baja, otro mural, en este caso de Antonio Suárez, que no cabe duda son dos referencias fundamentales, que evidencian la sensibilidad de Luis Ortiz para el arte, y su integración en la Escuela.

De 2001 a 2008 el Director Ricardo Tucho emprendió un ciclo de Conferencias, financiado por el Ministerio que permitió traer a la Escuela setenta conferenciantes de todo el mundo, entre ellos los padres de internet, Rojas Marcos, etc. Para dar difusión a este hito clave, se firmó un convenio precisamente con LA NUEVA ESPAÑA, lo que permitió trasladar a la sociedad la importancia de una gestión del Centro dinámica, moderna, y competitiva. El periódico se hizo eco sistemáticamente de todas las conferencias, con reportajes, entrevistas, etc. lo que fue todo un lujo por su transcendencia.

Este hecho permite sacar una conclusión destacada: es el papel de los medios en el acercamiento de la Universidad a la sociedad, haciendo partícipe a ésta de un proyecto que no puede funcionar aislado de la Ciudad de Gijón, ni de la sociedad asturiana y su tejido empresarial. En este sentido la cobertura de los medios sobre las actividades de la Escuela y del Campus ya son una referencia habitual, lo que indica hasta que punto el campus es una pieza más de la ciudad de Gijón y de Asturias.

Si hoy se analiza la situación del campus, sin duda podemos decir que debemos estar muy orgullosos de esta andadura de 40 años, en la que muchos profesores de la primera época, ya jubilados, y otros que aún seguimos, jugamos un papel clave para armar el campus como una referencia autonómica, nacional e internacional.

Los profesores que han ido incorporándose, y el personal de administración y servicios lógicamente constituyen el pilar clave que sostiene el día a día del Campus local. Por ello es tan importante armonizar los recursos, humanos y materiales, para que esta andadura de largo alcance siga siendo una referencia. En este sentido tenemos la obligación de velar porque nuestros estudiantes se formen con rigor, participen del tejido empresarial, tengan movilidad internacional, etc., porque los nuevos requisitos de empleo pasan por dominar tecnologías, digitalización, espíritu abierto y emprendedor, etc. Y este objetivo clave necesita del apoyo de la sociedad para disponer de los recursos necesarios, que deben plantearse únicamente como una apuesta estratégica de primer orden para nuestro futuro.

Compartir el artículo

stats