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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

Suelos de alto precio

Los antiguos terrenos del astillero Naval Gijón salen a mayor precio a segunda subasta

Otro concejal socialista del ayuntamiento de la villa marinera anuncia que abandona. Se intuía, pero no era explícito. Lo hizo Monchu García, que se enfrentara y perdiera por la mínima frente al sanchista y barbonista, Iván F. Ardura, por la primera secretaría de la agrupación socialista gijonesa. Abandona la primera fila de la escena un concejal que, me consta personalmente, se preocupa por los problemas de las personas que cree pueden precisar de un guía frente a los vericuetos administrativos consistoriales, y que estos últimos cuatro años lo hizo con ánimo y sin desmayo: ya le venía de su pasado como activista social de reconocida trayectoria. Eso es lo que pretendían y han conseguido los barbonistas locales: una limpieza total. Ahora, hace falta saber si lo que van a presentar al electorado es mejor que lo habido: tiempo habrá para comprobarlo.

Están dando que hablar los terrenos de la antigua Naval Gijón y los precios de los terrenos para instalar allí un parque empresarial con aire científico y tecnológico. Parece que los tasadores han tirado por arriba y que el metro cuadrado de esos suelos en el Natahoyo saldrían al empresario que allí quisiera instalarse tan caro como si se va al puro centro de la ciudad. Extraña forma de promover la promoción de ese ámbito, ahora zona baldía y abandonada, salvo cuando a primeros de julio se instala allí la pequeña ciudad efímera de la Semana Negra. Va por lo visto para largo que en esos solares se instalen empresas: habrá primero que esperar al convencimiento de los gestores a los que corresponda que se apeen de la burra y de las expectativas de unos precios elevados. Ya hubo una subasta que resultó desierta. Visto el éxito, vamos ahora a una segunda con precios de salida más altos, conocida la circunstancia de que hay un par de interesados en la puja. Si alguno de ellos lo consigue, el desarrollo del parque empresarial quedaría en manos privada que suelen tender a especular cuando de propiedades inmobiliarias se trata. Este tipo de instalaciones suelen tener éxito si la promoción la hace un organismo público, como es el caso en Cabueñes del Parque Científico y Tecnológico promovido por el ayuntamiento, primero en su género en España en el que un consistorio se metía en semejante fregado. Los precios del suelo fueron, y nunca mejor dicho, políticos, quedando en manos de las empresas la construcción de los edificios, sujetos a una normas dictadas por la parte municipal. Fue un éxito y ahí está para verlo.

El empresariado acude y arriesga cuando las condiciones son favorables. Si, de mano, los precios están por encima de un nivel asumible, lo más probable es que acudan a otros lugares con mejores expectativas de partida. A primera vista, parece que se está comenzando a fraguar lo que puede convertirse en un error que se enquiste durante unos cuantos años. Es normal que las instancias portuarias quieran liquidar activos al mejor precio, pero para conocerlo no es menos cierto que tendrán que realizar varios intentos. Si a este segundo envite alguien pica y entra al trapo, es probable que los números empiecen a no salir por la escasez de la demanda con lo que, en lugar de un parque empresarial, estaremos creando otra frustración local.

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