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El laberinto carbonífero de la señora Moriyón

Un problema con presencia permanente que afecta a la imagen pública de la ciudad y a su principal arenal

Es probable que los viajes a la plaza de Colón, para confraternizar con la extrema derecha y sus correligionarios políticos, hayan provocado una crisis de amnesia en alcaldesa de Gijón, por lo que merece la pena recordarle lo que decía su concejal de Seguridad Ciudadana hace pocos meses:

"Hemos encargado distintos estudios científicos del carbón que llega habitualmente a la playa y no han hecho más que confirmar el hecho de que provienen del Castillo de Salas". Así de rotundo se manifestaba el concejal de Foro, encargado de Seguridad Ciudadana, Esteban Aparicio.

Con la misma firmeza y sin mostrar dudas con respecto al origen del carbón que contamina la playa de San Lorenzo, se ha pronunciado también el geólogo Germán Flor, que dirige el Observatorio de la playa de Gijón, estrechamente ligado al Ayuntamiento de Gijón y a su alcaldesa la señora Moriyón. Sin embargo, esta señora, se descuelga ahora, afirmando que el carbón que contamina la playa de San Lorenzo procede de El Musel. Ante semejante cambio de criterio, sin aportar ningún argumento que lo justifique, le recordamos a la alcaldesa lo siguiente:

1º.- El problema real, el que afecta a la imagen de Gijón, a la hostelería, a los usuarios de la playa, no es si el carbón viene de aquí, de acá o de acullá, sino que se trata de un producto contaminante, que tiene presencia permanente en la bahía de Gijón, que se deposita en grandes cantidades sobre el arenal y lo tapiza de negro con cierta frecuencia, por lo que hay que lamentar que 33 años después del siniestro del "Castillo de Salas", Gijón ofrezca una imagen tercermundista, que daña los intereses de la ciudad.

2º.- Aunque pretenda negarlo, el carbón sí es un producto contaminante. Así lo definen los organismos internacionales competentes en la materia.

3º.- El carbón contiene arsénico y daña a la fauna y a la flora marina y es un elemento extraño a la playa de San Lorenzo; es por lo tanto un contaminante reconocido

4º.- El buque "Castillo de Salas", tras el accidente sufrido en Gijón el 11 de enero d 1986, arrojó y depositó, a poco más de 700 m. de la playa de San Lorenzo unas 70.000 toneladas de carbón.

5º.- Antes de la fecha del accidente, no se había registrado en el arenal gijonés, al menos no consta, ni un solo episodio de presencia de carbón en la playa, justamente lo contrario de lo que ha venido ocurriendo a partir de la rotura del mencionado navío.

6º.- En cuanto al origen del carbón que contamina la playa, parece que la señora alcaldesa opta por la oficiosidad o por la ocurrencia, puesto que no aporta ni un solo documento oficial con el que pueda acreditar que el carbón que llega a la playa procede de El Musel.

7º. Conviene tener presente que en los muelles locales de Gijón y en diversos muelles de El Musel se ha cargado o descargado carbón desde el siglo XIX. Se han realizado operaciones durante largos años en los muelles locales, en el Fomento, en los "drops" (vertederas) de El Musel, en el dique Norte, en el muelle de la Unión Estibadora Asturiana, en la EBHI, en el dique Norte de la ampliación, etc, por lo que habría que pedirle a la alcaldesa que precise y justifique documentalmente a qué focos contaminantes se refiere.

8º.- Habrá que cuestionar asimismo, ¿por qué el carbón con supuesto origen en El Musel no contamina las playas de El Arbeyal o la de Poniente, siendo más próximas a los focos contaminantes antes citados?

9º.- Si la señora alcaldesa durante su mandato de ocho años hubiese querido comprobar que el carbón que llega a la playa no procede del "Castillo de Salas", debería haber solicitado del puerto de Norfolk, y de las empresas cargadoras americanas, unas muestras de carbón similares a las que transportaba el buque en el momento de la embarrancada. Los nombres comerciales y características físico-químicas del carbón transportado a Gijón han de figurar en los registros de las empresas extractoras, en la documentación de compra, en los registros aduaneros, y en los archivos de Ensidesa.

10º.- Es una irresponsabilidad política de primer orden haber convertido a Gijón y su entorno en un espacio medioambiental indecente, con su playa contaminada, con su arenal "jibarizado", con su atmósfera contaminada, sus emisarios rotos y vomitando heces que terminan en la zonas de baño, con su EDAR del parque fuera de servicio y todo ello rebozado de una mezcla toreo permanente y burla hacia la ciudadanía y de promesas incumplidas.

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