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En su cruz lo veneraron

De la muerte de Llorens a la llegada del lignum crucis, una de las más importantes reliquias de la cristiandad

Para hacer memoria, en 2015 mi tribuna para la Semana Santa se tituló "Eran pocos pero indispensables", en recuerdo del incalculable valor de la simiente que aquel grupo de franciscanos plantaron en Gijón al fundar la cofradía de la Santa Vera Cruz en el contexto del año 1645; la de 2016 se tituló "Cambiaron y permanecieron", en memoria del grupo de hermanos cofrades y devotos que recuperaron, a finales del siglo XX, las procesiones de Semana Santa en Gijón y cuyos esfuerzos permitieron la vuelta a la vida autónoma de las cofradías históricas de la ciudad; la del año 2017 se tituló "Sobrevivieron y procesionaron", en la que rescaté los hechos acaecidos en el año 1938, que permitieron que la ciudad volviese a disfrutar de las procesiones de Semana Santa a pesar de la quema de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol. La del pasado año 2018 se tituló "Vinieron y cantaron", en recuerdo del grupo de malagueños que en la Semana Santa de 1938 asistieron por azar a la procesión del Viernes Santo y cantaron una sentida saeta, a riesgo de su propia integridad física.

La de este año se titula "En su cruz lo veneraron" y supone la reflexión sobre dos hechos destacados y recientes, para la religiosidad popular y el fenómeno cofrade en Gijón. El año transcurrido desde la pasada Semana Santa de 2018 ha sido muy intenso, en el que han ocurrido dos hechos de especial importancia en el seno de la Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz de Gijón.

El 11 de agosto de 2018 falleció don José Luis Llorens González, Hermano Mayor desde el año 2000 hasta el año 2013, uno de los grandes actores en el impulso de la Semana Santa de Gijón tras su recuperación en el año 1995. Natural del barrio de Cimavilla, estudió con los Hermanos de La Salle, posteriormente se formó como mécanico-ajustador y trabajó en Naval Gijón. Vinculado desde su juventud al movimiento cofrade y a las procesiones de Semana Santa de Gijón, con su carácter humilde supo transmitir sus conocimientos con su ejemplo. Fue muy querido por todos los que le rodearon. Es curioso y emotivo ver cómo meses después de irse al cielo, la Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz (fruto de unas largas gestiones y contactos) consiguió recibir un pequeño fragmento de la cruz de Cristo. Casi parece que, desde el cielo, José Luis ayudó a impulsar esas gestiones para que vieran el éxito.

Los fragmentos de la cruz de Cristo (lignum crucis) son unas de las sagradas reliquias más importantes de la cristiandad, refiriéndonos a aquellos fragmentos de los que se puede acreditar su origen por la sanción de una autoridad de la Iglesia Católica. Como ejemplo, podemos destacar que uno de los fragmentos más grandes que se conservan de la cruz de Cristo es el de Santo Toribio de Liébana, en la región de Cantabria.

El fragmento recibido por la Santa Vera Cruz de Gijón viene acompañado de su "Auténtica", el cual es un documento expedido por un prelado de la Iglesia Católica que acredita su procedencia. Está fechado el 3 de mayo de 1861, atestigua su procedencia y está sancionado por Monseñor Alessandro Vincenzo Luigi d'Angennes, Arzobispo Metropolitano de Verceli (desde el año 1832 hasta su fallecimiento).

La Sagrada Reliquia fue Entronizada en la Iglesia Parroquial Mayor de San Pedro Apóstol de Gijón el pasado sábado 30 de marzo, siendo presidida la celebración por el Vicario Episcopal de Gijón-Oriente, Jorge Cabal. Fue asistido por monseñor Javier Gómez Cuesta (Prelado de Honor de Su Santidad y párroco de San Pedro Apóstol) y otros sacerdotes de la región.

Este sagrado fragmento de la cruz de Cristo se suma al reducidísimo grupo que se atesora en Asturias, teniendo la notable importancia de ser el único con el que cuenta la ciudad de Gijón. Bajo este fragmento de la verdadera cruz de Cristo se unirán todos los fieles devotos de Gijón y la Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz, haciendo honor a su nombre, lo custodiará con gran fervor.

Estoy convencido de que nuestro querido José Luis Llorens, Hermano Mayor de la Ilustre Hermandad y gran motor de las procesiones de Semana Santa de Gijón, el cual procesiona en el cielo, sonreirá al ver cómo su querida Hermandad custodia un fragmento de una de las más importantes reliquias de la cristiandad.

Hoy más que nunca, todos los hermanos cofrades de la Santa Vera Cruz y todos los fieles devotos de Gijón, podrán contemplar a Cristo Crucificado y podrán afirmar que en su cruz lo veneraron.

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