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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

El "caso Piles"

Un concejal con afán de notoriedad descubre, con algún gasto, algo hace años conocido

Algunas de las decisiones de las formaciones políticas parecen a los de fuera incomprensibles, sin sentido ideológico o práctico aparente. Una tan cercana que se produjo en esta nuestra querida villa marinera es la del grupo mayoritario socialista al sumar a su directorio de gobierno al único representante de IU. ¿Qué les aportaba si con él tampoco lograban la mayoría absoluta? Si lo pretendido era amarrar un voto seguro a sus posiciones, con ponerle un sueldo adecuado, al que por otra parte ya tenía derecho, todo arreglado. Lo único que han conseguido al darle una concejalía con variadas competencias no es arreglar al concejal Aurelio Martín, sino a varios de sus conmilitones en forma de asesores. De esta forma, los de la coalición reparten este mandato entre los suyos más puestos de trabajo probablemente más que en el anterior cuando en lugar de uno, gozaban de dos concejales.

Los socialistas, a cambio de esta modesta tranquilidad han creado un reino de taifa dentro de su propio equipo de gobierno: Aurelio con los suyos van a lo suyo, sin importarles demasiado lo que opinen los socialistas. Si la señora que ejerce la primera autoridad municipal fuera de natural manso -como lo son sus compañeros de la dirección socialista local-, no pasaría mucho, pero es probable que su carácter le haga digerir las "aureliadas" como una docena de sapos, acompañados de un vasito de agua del Piles para mejor digerirlos. Al revolver IU las turbias y contaminadas aguas del último tramo de nuestro pequeño río local en el uso de sus delegadas competencias medioambientales, no arreglan nada, salvo infligir un pequeño daño a la imagen local y constatar algo que lleva años en las mismas circunstancias y cuyo arreglo pasa por unas costosas obras de saneamiento que no tendrían sentido alguno si no hay depuradora en funcionamiento. Lo demás son gastos innecesarios en estudios y mareos de perdiz que al incrustado concejal Aurelio es aficionado.

Esto a la alcaldesa y resto de compañeros los tiene que tener encantados: su mismo gobierno municipal se crea un problema político que, tratado de otra forma, transparente sí, pero discreta encontraría la solución adecuada llegado el momento. Aurelio, de momento, sólo ha conseguido, aparte como ya se ha dicho, constatar algo muy conocido, proporcionar argumentos para tocar el tambor a la numerosa y variada oposición municipal y dar alas a las numerosas asociaciones ecologistas y vecinales que por la villa y su concejo pululan. Pero, claro, gran parte de esa miríada de minúsculas congregaciones orbitan alrededor de las siglas ante las que desea afianzar su posición el propio concejal Aurelio. ¿Y no vieron esa necesidad de afianzamiento de Aurelio Martín dentro de su propia coalición antes de regalarle una cuña de la tarta del poder consistorial?. Si lo vieron y no hicieron nada es que no merecen gobernar y si ni tan siquiera se les ocurrió es que tenemos al frente de nuestros intereses comunes locales a unos tiernos papanatas. Puede también ser que alguien lo advirtiera, pero lo callase por no marcarse, o que lo dijera y no se le hiciera caso. En todo caso, toma "caso Piles".

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