Seguramente el cantautor Juan Gómez Canca (Málaga, 1982) desconozca la rumba catalana que acercó Peret al Festival de Eurovisión de 1974; más que nada porque el artista aún no había nacido, pero el título de esa canción podría servir para adornar la gira con la que lleva casi un año recorriendo España e Hispanoamérica: "Kanka y se feliz". El Kanka y su banda (más que una banda una "troupe" y en ocasiones, en el directo, una murga chirigotera) llenaron de fieles la sala Albéniz de Gijón con su espectáculo de buen rollito. Ocurre que este Kanka de su último disco "El arte de saltar" es un cancionista más maduro que el de "Lo mal que estoy y la poco que me quejo" o de la divertidísima "Refunk". Aún así, en casi dos horas de concierto de cercanías cupieron los viejos temas divertidos con los más elaborados y más recientes, como el "Por tu olor" que ha interpretado a dúo con Jorge Drexler, el "maestrísimo". La canción es tan buena y tan Drexler que parecería que la ha compuesto él y no El Kanka, un hacedor de canciones a veces mimético, con algunas letras que recuerdan, por ejemplo, a Robe Iniesta.
En Gijón, el Kanka y su gente se salieron. De haber actuado en El Bibio, les habrían abierto la puerta grande. Qué conciertazo, qué forma de hacer cantar al unísono a cientos de gargantas en incesante corifeo que se las sabe todas del cantautor andaluz de barba asilvestrada y dicción ceceante y que asume con enorme tranquilidad la osadía de presentar a cada uno de sus músicos en verso irónico y consonante. Siendo con es de Málaga, este Kanka es un "suavón".
Y siendo como es de Málaga y llamándose Juan Gómez a nadie habría extrañado que a lo siete minutos de iniciarse el recital hubiera tenido que pararlo para escuchar al respetable cantarle, haciendo reverencias y doblando el espinazo: "Illa, illa, illa, Juanito maravilla".
El Kanka es Rozalén en masculino. De hecho abrió el concierto con el "Volar" que hizo famoso a dúo con la cantante albaceteña. Es de esa clase de artista que hace que te lo pases bien, tanto cuando homenajea a los "clowns" con "Payaso" y se pone una pelota roja en la nariz, o hace que su percusionista, "El Mani" se enchufe la "beatbox" para arrancarse con "Me alegra la vista". Hay rap, hay rumbita, hay Funky, hay bossa nova, hay ritmos caribeños y hay baladas? ¿qué más se puede pedir a un repertorio? Y hay sobre todo poesía y buenas letras, tanto en broma como en serio, tanto en "A dieta de dietas" como en "Qué bello es vivir".
El Kanka es un genio que consigue, tanto en los pequeños auditorios como el del sábado en Gijón como los de mayor tamaño que le esperan antes de final del año en Madrid o Barcelona, una comunión profana con la grada. Ya no es un boquerón este Juan Gómez, ya es un pez grande de la música de cantautores.
