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Solo de trompeta

El diputado B

El gusto de algún político por la cultura anglófona en lugar del asturiano

"Hablen en inglés, que así les entenderemos mejor", dice, increpando al Gobierno asturiano, el diputado B en el Parlamento de la región. Lo leo en la prensa.

Camino por Corrida Street en dirección al puerto deportivo. Las tiendas y sus luminosos rótulos despiertan sobre las diez y cuarto. A medida que avanzo por la peatonal (sigo sin entender las palabras del diputado) comienzo a observar las diferentes marcas que ocupan los bajos comerciales. Alzo la vista. Reparo en el idioma de los luminosos a lo largo de la calle. One, two, three, este no, este yes, este también.

No puedo evitar la mueca. El antiguo sol del imperio español ilumina el moderno idioma de Su Majestad, Isabel, the Queen que aparece sobre una gran cantidad de rótulos.

No puedo evitar la tentación. Metros más, metros menos, vuelvo sobre mis pasos para recapitular, fotografiar y hacer catálogo. Hay una invasión y nadie se da cuenta. En el tramo que va desde la Plaza del Seis de Agosto a la del Carmen, el más largo de la calle, anoto treinta y ocho comercios. Veintidós de ellos utilizan el inglés como reclamo comercial y lengua corporativa, quedando en un 58 a 42 por ciento a favor de la selección anglófila. Vamos perdiendo con Inglaterra, señoría.

¿Estará happy el diputado B? Una demostración de cultura anglófona conquista nuestra street.

El paraíso natural desafinado, pienso yo. ¿Pero no le preocupa que el español esté siendo sistemáticamente colonizado por el desnaturalizado inglés para gilipollas que utilizan las aplicaciones para móviles o las Startup*?

Quizá pasear por Corrida sea bueno para la práctica del inglés. Hagan la prueba, vayan a los barrios y fíjense. En todos los neighborhoods (*) se cuecen beans.(*)

Parece que al diputado B le pueden comer la tostada y la mantequilla.

No solo promociona la lengua inglesa, que invade calles, hogares y teléfonos y dudo que ello le preocupe en su defensa del español, sino que ataca su propio patrimonio cultural del que reniega. Un patrimonio que también es español, como todas las lenguas oficiales o no que se hablan en España, en tanto en cuanto sigamos siendo el país que todo el mundo conoce. Él y su coro de ofendidos no se quedaron cortos en utilizar argucias para impedir la expresión natural y legítima, en asturiano, de la Consejera de Cultura.

Es evidente que el diputado B no ve. Tiene un problema. Desprecia lo que desconoce y pretende crear jerarquías culturales de chichinabo en la pequeña Cámara Asturiana.

Desde el Club de los Juernes le sugeriríamos a su señoría que, para la próxima intervención, se dirija a los asturianos a través del plasma: en inglés con subtítulos o doblado al castellano para practicar bien el esperpento. A veces el ansia de modernidad produce monstruos.

Recuerdo el Pepe's de los bares, el genitivo sajón adornándolo todo, el drugstore, el "landismo" (con respeto a Landa) cuando Europa cantaba Qué viva España o cuando Micky coló "En el rollo está la solución", una apología light del fumeteo, en TVE. A aquello lo llamábamos ser un hortera.

En este caso, el Club de los Juernes y la International Association of Trumpetist for a Tempered Tuning of the Commonwealth (*), sugieren como solo de trompeta "Tararí que te vi".

Microdiccionario para inmigrantes futuros:

(*) Neighbordhood: Barriu

(*) Beans: Fabes

(*) Startup: Chiringuito

(*) Asociación Internacional de Trompetistas por la Afinación Temperada de la C.W.

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