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Eloy Méndez

Más vale tarde

El giro de la Alcaldesa y los rescoldos que deja la crisis de la Laboral

A Ana González le honra haber salido a apagar el incendio que ella misma ocasionó y que su concejal de Cultura azuzó después en el Pleno a cuenta de la candidatura de la Universidad Laboral a patrimonio de la Humanidad. Que un político asuma en público sus errores y trate de enmendarlos no forma parte de lo cotidiano y es de agradecer. Cabe reprocharle que tardara cuatro largos días en ver las llamas, aunque la Alcaldesa también puede alegar que no cogió el extintor hasta escuchar claramente a la ciudadanía. Aún así, los rescoldos aún seguirán un tiempo y este fuego ha revelado tres certezas.

Una es que el PSOE se ha marcado en propia meta el primer gol de la oposición de derechas en este mandato. La propuesta que González desdeñó inicialmente corría a cuenta del PP, que se hizo eco de una reivindicación de los Antiguos Alumnos de la Laboral. Los populares no han sabido capitalizar del todo su tanto (sin ir más lejos, Vox se adueñó ayer de la manifestación de la plaza Mayor y Ciudadanos ha sido muy ágil al pedir una declaración institucional), pero su iniciativa sí ha logrado poner al gobierno local contra las cuerdas durante toda una semana.

Por otro lado, esta crisis ha desnudado una asombrosa falta de coordinación entre el grupo municipal socialista y su partido, según cuentan históricos dirigentes. No sólo porque ni la Alcaldesa ni ningún concejal supieron transmitir correctamente la posición de la agrupación local sino porque tardaron en darse cuenta de la magnitud de su fallo pese a las advertencias internas.

Y, por último, se ha percibido un distanciamiento entre la opinión de la primera edil y el sentir mayoritario de los gijoneses, incluidos muchos votantes socialistas que se reconciliaron con la Laboral desde la resignificación del colosal complejo que encabezó Vicente Álvarez Areces como presidente del Principado. O que, directamente, nunca necesitaron reconciliarse.

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