La bahía de San Lorenzo anda este año de aniversario redondo por partida triple. El "Elogio del Horizonte" cumple tres décadas presidiendo Gijón desde lo más alto del cerro de Santa Catalina, "La Madre del Emigrante" lleva medio siglo en El Rinconín con la mirada perdida, y cincuenta años se ha pasado también apuntando al infinito desde el Campo Valdés, en dos ubicaciones distintas, la réplica de la estatua romana de Octavio Augusto o "Augusto de Prima Porta". Estas obras, que responden a inquietudes creativas, a anhelos sociales y a expresiones artísticas completamente diferentes, sí tienen en común que son referentes indiscutibles para los habitantes de la ciudad. Lugares de encuentro y de contemplación, ninguno de ellos exentos de controversia en su concepción o posteriormente, que refuerzan los lazos de pertenencia a una comunidad. Promocionarlos en casa y explotarlos como reclamo fuera no es una opción sino una obligación. A ver cuánto y cómo se hace de aquí a diciembre.
