Ante las recientes publicaciones referidas al colegio Santo Ángel de la Guarda de Gijón, me gustaría dar mi opinión y contar nuestra experiencia vivida durante siete años. Mi hija llegó a este colegio en 2008, con 9 años. Debo admitir que el Santo Ángel no fue nuestra primera opción. La matriculé en un primer momento en otro colegio y el primer día de presentación me llamaron de dirección para que fuera a recoger a mi hija. Yo, sin entender qué pasaba, fui a por ella y en ese momento me comunican que mi hija no puede estar en ese centro. Al verme yo en esta situación, solicité que me asignaran otro colegio y me mandaron al colegio Santo Ángel de la Guarda.

Antes de seguir tengo que aclarar que nosotras somos marroquíes y musulmanas. La directora nos recibió con los brazos abiertos a pesar de ser este un centro religioso católico y aclarando que no era ningún problema para ellos. Yo ante esto no pude más que decir que para nosotras tampoco era problema ya que lo que más me importaba era la calidad académica y los valores humanos. La buena acogida por parte de los profesores y los compañeros me hicieron ver los buenos valores que enseñaban.

Mirando hacia atrás, tengo que resaltar el enorme respeto que mostraban a nuestra religión, como, por ejemplo, en la comida y las celebraciones. La asistencia a las clases de Religión le permitieron descubrir las similitudes entre los dos credos.

Le agradezco al centro todo el apoyo que le dio a mi hija facilitándole un aprendizaje rápido y completo, lo que le ayudó a sacar su Bachiller con éxito y la EBAU con una nota excelente, que le permitió acceder a la carrera universitaria que ella deseaba. Mi hija y yo estamos orgullosas de decir que hemos formado y formamos parte de la familia del Santo Ángel, ya que eso es lo que somos: una familia.

Recomiendo este colegio a aquellas familias que quieren una educación académica excelente, unos valores inmejorables y un trato cercano.