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Yo también me siento engañado

La creación de una comisión de investigación sobre el pozo de tormentas de Hermanos Castro

Tras la celebración del último consejo de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), se ha tomado la decisión de poner en marcha una comisión no permanente sobre los problemas derivados de la obra del pozo de tormentas de Hermanos Castro. A pesar del escepticismo que a un servidor le despiertan este tipo de instrumentos creados ad hoc para investigar, visto lo visto y oyendo lo que se oye, al grito de balones fuera, es evidente que lo acontecido requiere de la mayor de las transparencias.

Se puede leer en la noticia que LA NUEVA ESPAÑA publica sobre la creación de dicha comisión que el portavoz de Ciudadanos, el señor Sarasola, dice sentirse engañado. No es para menos. Uno, que también fue miembro del Consejo de Administración de la EMA entre 2015 y 2019, comparte el mismo sentimiento y eso que, como fue público y notorio en el anterior mandato, poco esperaba de quienes llevaban las riendas de la empresa.

No es la intención de quien escribe recordar los detalles, cifras, datos, plazos y demás cuestiones que serán objeto de la recién creada comisión. No se asusten. Pero sí quisiera detenerme en la última reunión a la que acudí en calidad de consejero de la EMA, un 11 de junio de 2019. A cuatro días del fin del anterior mandato, la dirección de la empresa convocó al consejo de administración para dar cuenta de unos pequeños modificados que precisaban las obras de los pozos de tormentas de L´Arbeyal y Hermanos Castro. Sobre este último, el entonces gerente hizo mención a unos "problemillas" que tenían que ver con la excavación, concretamente con la subpresión y el asifonamiento. Nada grave y todo, según afirmó la entonces presidenta de la empresa, en aras de la transparencia. Una versión a la gijonesa de los "hilillos de plastilina" del "Prestige".

Pero del malestar fruto del engaño uno pasa a la indignación cuando lee en este diario que el gerente de la empresa era conocedor de esos "problemillas" desde marzo de 2019 y que en junio, momento en el que se celebró aquella reunión, ya estaba francamente preocupado. Menos mal. Más grave es la ocultación de esa honda preocupación al actual presidente de la empresa, el señor Olmo Ron, durante unos meses más.

Después de engañarnos a todos, a unos más que a otros, lo que ofende es que desde Foro Asturias nos quieran seguir engañando. Escuchar a su actual portavoz pedir responsabilidades al actual gobierno resulta estrambótico. Él, mejor que nadie, debería conocer y reconocer cómo fue la gestión de esa obra desde finales de 2011, qué problemas generó en la ciudad y cuánto tiempo llevó cada uno de los pasos que se dieron después del fiasco del anterior contrato.

Y ya que las últimas maniobras de distracción de Foro Asturias pasan por fijarse en lo que sucede en la superficie del entorno de Hermanos Castro y en hablar de tiempos pretéritos, tampoco el portavoz forista ha de ir muy lejos ni en el espacio ni en el tiempo. Ni siquiera preguntar a terceros. No en vano, como concejal de Deportes que fue, conoció de primera mano las quejas y lamentos de clubes, de corredores y de su propia Alcaldesa, que allá por mayo de 2015 entonó aquello de "ya no quiero más explicaciones, quiero soluciones". La solución tardó en llegar más de dos años con una intervención, la tercera en tres años, presupuestada en 200.000 euros y ejecutada con retrasos, bastantes problemas y más quejas. Todo un ejemplo, uno de los muchos, de cómo los casquistas planificaban y gestionaban las obras. Desastre tras desastre. Por favor, no traten de seguir engañándonos.

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