El pacto alcanzado la pasada semana entre el gobierno local, la patronal y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras es el primer paso en firme hacia la reconstrucción de la economía local, pero en ningún caso debe ser el último. Los principales agentes sociales de la ciudad han demostrado estar a la altura de las circunstancias y acordaron en un tiempo récord el paquete de ayudas, de cinco millones de euros. Serán sobre todo para los autónomos y las pequeñas empresas, los dos sectores más azotados por la crisis del coronavirus. E irán encaminadas especialmente a fomentar las reaperturas y las contrataciones, lo más necesario. Otro dato positivo es que su periodo abarcará dos años y no cinco, como era habitual, para concentrar el estímulo. Ahora, toca confiar en que la inyección llegue pronto a quienes la necesitan. Solo faltaba que el papeleo se convierta en el mejor aliado de la recesión.
