A la vuelta de este verano con tintes lisérgicos, llegará la cruda realidad de las negociaciones económicas en el Ayuntamiento, primero con las ordenanzas fiscales y luego con los presupuestos. Y el gobierno local ya ha mostrado sus primeras cartas. La concejala de Hacienda, en una entrevista publicada ayer en estas páginas, vinculó la prolongación a 2021 de la suspensión del "IBI para ricos", aplicada este año por culpa de la pandemia, a la negociación con otras fuerzas políticas. Hace bien Marina Pineda en ser cauta porque este tributo es piedra angular del programa de Podemos, la formación a la que el PSOE e IU le deben las actuales cuentas. Si el equipo de Ana González quiere repetir socio, tendrá difícil renunciar al impuesto. Otra cosa es que pretenda transitar del morado al naranja.