Que casi ninguno de los partidos políticos y grupos sociales que han rechazado tajantemente construir la estación intermodal en Moreda haya presentado alegaciones sobre el proyecto ante el Ministerio de Transportes durante el último mes es una paradoja que invita a una reflexión acerca del debate público que presencian los ciudadanos. O bien todos estos colectivos consideran una pérdida de tiempo usar los cauces oficiales para lograr sus pretensiones y prefieren el ruido de las tertulias (lo que supondría un desprecio a los instrumentos del sistema democrático al que pertenecen y les ampara) o no han encontrado tiempo para leerse y contrarrestar con solvencia los centenares de folios de los informes por falta de medios a su alcance. Cualquier opción es preocupante.
