Fernando Menéndez es filólogo y de Oviedo. Es un apasionado de la pintura asturiana, pero si tiene que elegir uno de los muchos cuadros que hay en el Museo de Bellas Artes de Asturias se queda con "Rosa con vela", de Luis Fernández. "Fue un pintor que tuvo mucho contacto e integración con las vanguardias y siempre me llamó mucho la atención. Es un artista que dialoga muy bien con los tiempos que corren. Siempre me gustó mucho la sobriedad con la que trabaja".

Llara González tiene solo 18 años y está estudiando un ciclo formativo de Grabado en la Escuela de Arte de Oviedo. Vive en Pola de Siero y se sumó a la Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes de Oviedo porque considera que estar en contacto con la pinacoteca y colaborar para potenciarla es "casi una obligación" para los asturianos, especialmente para los de su gremio. "Yo empecé a venir al museo porque me encanta y porque muchos profesores nos lo recomiendan continuamente. No solo es gratis, también tiene muchas colecciones únicas y muy buenas, y eso tenemos que disfrutarlo", asegura. "Además, creo que la cuota que pagamos es asequible para los estudiantes y estoy muy contenta de poder colaborar activamente para que el patrimonio artístico asturiano siga creciendo en cantidad y en valor", añade.

De entre todas las obras que hay ahora mismo expuestas en el Museo de Bellas Artes de Asturias, Llara González elige "Danza gitana", de Hermen Anglada-Camarasa. "Me gusta mucho cómo usa el color. Utiliza una materia gruesa, típica de pintores más abstractos, y sin embargo es capaz de clavar las figuras", dice la joven. "El pintor es capaz de meterte en la escena", destaca.