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El mar, en modo "Bacotexo"

El nuevo disco del grupo de música de Tapia

La cuarta apuesta discográfica de este conjunto no puede ser más arriesgada. Parte de una referencia marinera de Juan Ramón Jiménez ("¡Mar, obstinada imagen del presente!"), para llegar a la creación conceptual de uno de sus componentes, Ricardo Saavedra, y desarrollar un poema musical de aire surrealista en torno al mar. Ya escribí en estas mismas páginas que "Bacotexo" es un grupo anormal, es decir, se aprovecha, y bien, de la alta formación academicista de sus componentes para encaramarse en el riesgo permanente.

Y es que, comienza incluso por arriesgarse con el propio formato del disco, donde el subtítulo de "Poema sinfónico en seis partes", nos retrotrae directamente al mundo del sinfonismo clásico, y nunca hasta hoy, al modo de la música moderna.

En este caso, el poema musicado en seis partes sin solución de continuidad es elaborado sin aferrarse a ningún estilo determinado. Imposible su adscripción cuando escuchamos, desde un duelo de guitarras acústicas, hasta un toque de palmas o castañuelas; desde una "foya de ferro" (hoja de metal frotada con un palo), hasta las voces susurrantes en un segundo plano acústico, al modo tibetano; desde un violín, hasta el pulso y la púa de una guitarra española y una mandolina.

¿Quién da más? Estamos en el tiempo de la mixtura musical, "Bacotexo" lo sabe y lo maneja como ningún otro conjunto moderno en Asturias. Cualesquiera de los números del largo poemario nacen sin prisa por el acorde final se esperan unos a otros sin apremio alguno, y todos ellos, desde el primero al sexto, se presentan relacionados.

Pero si en la instrumentación este trío tapiego nos vuelve a sorprender gratamente, no menos en lo que al empleo de voces se refiere, en donde los dúos arriesgan con un enjambre de cromatismos de dificilísima interpretación, a veces alcanzando un cierto aire de solemnidad. Es aquí donde "Bacotexo", a mi juicio, alcanza un crédito musical sobresaliente, una afinación que, consigue en algunos pasajes un aire lírico y hasta solemne (la voz de Marcos Nogueiro se presta a ello), otra vez en aras de la mixtura musical a la que antes me refería.

El mar, en fin, es la razón principal de la costa eonaviega, la que le da el pan y el abrigo, la casa y el horno, la vida y la muerte. Pero también la fuente de inspiración de poetas y de artistas, de músicos y ensoñadores como Ricardo Saavedra (doctor en Filología Española), autor de este poema sinfónico de "Bacotexo" que, apuesta muy fuerte en lo conceptual, y se balancea entre metáforas, "el espeyo, lluz de mercurio"; entre "os llindeiros da marea" u "os queixidos del eixe osidao da esistencia". "Mar" es la cuarta propuesta discográfica de "Bacotexo", aquí lo esperamos, porque, además, no hay quinto malo.

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