Muchos nostálgicos harán cola a la espera de escuchar alguno de los conciertos programados por la Sociedad Artístico Musical de Navia, o para deleitarse con los valses de alguna de las grandes orquestas de Puerto Vega, la "Girez", la "Fantasio" o la "Bahía"; otros, para dejarse cortejar por la "Rondalla de Manolo El Peluquero" (una de las cinco agrupaciones de este estilo en el concejo). Los cinéfilos, para enamorarse por enésima vez con la belleza de Scarlata O'Hara en "Lo que el viento se llevó" o para desternillarse de la risa con Aurora Sánchez y la "Compañía Asturiana de Comedias", mientras El Presi rellena los intermedios con su gigante altura de artista. Los más modernos, tal vez comprarán la entrada después de tomar unas birras en El Martínez y dejarse atronar por los tropecientosmil decibelios de las conjuntos portoveguenses de la década de 1980, con "Dóberman" haciendo las delicias de la juventud rockera de toda Asturias. Nada de esto será posible, y sin embargo, todo a la vez. Es cuestión de dejarse llevar por la nostalgia.
Y es que la rehabilitación del Fantasio a partir de este momento, y con un aforo de más de 400 localidades, le convierte por derecho propio en el gran teatro del occidente de Asturias. No vale ya echar cuentas, ni saber de dónde ni cómo se amontonaron los cuartos necesarios para su reapertura. Ahora es tiempo de empezar a rentabilizar esta inversión de la única forma posible. O sea, tratando de que su telón permanezca alzado el mayor número de sesiones posibles.
Hay que hacer partícipes, especialmente, a todos los naviegos y, también, claro, a los vecinos de los concejos limítrofes, convirtiendo cada sesión del Fantasio en una jornada inolvidable, en el argumento para chismorrear durante toda la semana después de colgar el cartel de "entradas agotadas". Tal parece como si la construcción de este precioso edificio de estilo historicista, de parte del arquitecto Álvarez Castelao, se hubiera concebido, precisamente, para amalgamar todos y cada uno de los apartados culturales que dicho espacio puede albergar. Es el tiempo de la cultura con letras mayúsculas, el momento de empezar a programar "todos a una" la pluralidad de las manifestaciones que en torno a la sociedad en la que se inserta, deberá exhibirse sin cortapisas para todos los públicos, y en sesión continua.
Así pues, muy atento el reparto de las compañías del Certamen de teatro "David Miguel"; que muy afinadas las voces del gran Coro "Villa de Navia", entonen el "Himno a la Virgen de La Barca"; bien relucientes las chupas de los melenudos del Festival Unirock, de Puerto Vega, y que redoblen los tambores al son de la "Danza del ocho" en la Banda de Gaitas "Reina del Truébano". Que la "Sociedad de Amigos de la Historia" siga con sus aportaciones "cum laude" a la cultura naviega; que las "Mujeres de La Romandela" tomen la palabra, y que las reinas y campeones del Descenso del Navia, desfilen emocionados por la pasarela del Fantasio cantando el "Asturias patria querida".
Pero también, claro, que la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, es decir, la que pagamos todos los asturianos, concierte en la villa que vio nacer a quien da nombre al gran coliseo de la capital asturiana; y que las sesiones de la temporada de ópera de Oviedo, se disfruten en pantalla gigante desde este rincón del occidente asturiano, con la misma emoción con la que todos acudimos al propio Teatro Campoamor.
Don Ramón, desde su pedestal en el parque naviego, estoy seguro, se sentiría más que orgulloso.
