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Hasta la noche nos separa

El trato perjudicial hacia el Suroccidente en servicios esenciales

No es cuestión de alarmismo, para nada, es la constatación de la realidad. En el suroccidente asturiano las noches no se viven igual que en el centro. Imagino que el resto de la Asturias rural se encontrará en una situación similar.

Las limitaciones en la prestación de servicios públicos en la comarca puede parecer normal visto desde la capital, pero... Siempre hay algún pero. Hablemos de dos cuestiones en las que casi todo el mundo creo que puede estar de acuerdo: la sanidad y la seguridad. Acotemos más el terreno. La sanidad y la seguridad en las horas nocturnas.

Si enfermamos por las noches lo podemos tener bastante crudo. El centro de salud de Tineo, por ejemplo, tiene una médica y una enfermera de guardia -para los más susceptibles también hay hombres- y en caso de que tengan que asistir a una urgencia domiciliaria debemos buscarnos la vida. O vamos al hospital comarcal Carmen y Severo Ochoa o al HUCA. En el caso del hospital comarcal, recordar la falta de especialistas en horas diurnas, así que imaginen en las nocturnas. No olviden que carecemos de UVI móvil.

La situación en Cangas del Narcea es algo mejor. El centro de salud cangués tiene dos médicos presenciales hasta las diez de la noche y a partir de esa hora están localizados.

No es, evidentemente, culpa de los sanitarios. La escasa población lastra las inversiones, aunque sean de primera necesidad. Eso sí, pagamos impuestos sin ningún tipo de bonificación. Las tasas municipales no son mucho más bajas que las de las ciudades, hay que pagar los pufos.

En el apartado de seguridad tampoco es para tirar voladores. Me he informado y en Tineo la Policía Local sólo tiene turnos de noche los sábados y en aquellas fechas que se celebren actos extraordinarios. En Cangas del Narcea, por lo que me comentaron, la situación es similar. De Pola de Allande, Ibias o Degaña ni hablamos.

Por otro lado, la dotación de guardias civiles en la zona ha ido disminuyendo con los años y en la actualidad una escasa dotación de efectivos tiene que cubrir zonas amplísimas.

Ante una emergencia, la capacidad de respuesta y prestación de auxilio, en la mayoría de las ocasiones, lo más probable es que llegue tarde y mal.

Tampoco tienen la culpa ni los policías locales ni los guardias civiles, faltaría más. Afortunadamente, la comarca tiene una delincuencia muy baja, al igual que el resto de Asturias, pero no es esa la cuestión. El tema es el trato diferencial, y perjudicial, que tenemos. El tener poca población y protestar menos aún nos ha traído hasta aquí.

A los gestores de lo público se les llena la boca con falacias, proyectos grandones o sencillamente inviables, y lo más básico se les olvida. Son esos y otros muchos "pequeños detalles" los que determinan la calidad de vida de una comarca y la hacen atractiva para vivir en ella.

Así y todo, disfrutamos de relativa buena salud y los chorizos no pierden el tiempo por estas tierras, saben que hay poco que robar.

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