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El Puentón

Deporte rico, deporte pobre

La prima de los jugadores de la Roja por ganar la Copa del Mundo de fútbol

El fútbol se nos ha ido de las manos. No hablo de anteriores mandamases de la Real Federación Española, ni mucho menos de los "brotes verdes" que acaban de coger el testigo, ni tampoco de la patada en el trasero a Lopetegui, sino del egoísmo de un grupo de chavaletes mimados del balompié patrio que lucen la Roja y sugieren insensatas primas por conquistar la Copa del Mundo a disputar en estas venideras fechas en Rusia. Me produce sonrojo, y no envidia, esa exigencia -atendidas, faltaría más- por defender los colores de la selección nacional española en la cita mundialista de Rusia 2018.

Sus razones tendrán los famosos internacionales -aquí todos van unidos como una piña, como si fuesen diputados en sus escaños; ni hay diferencias ideológicas, ni leches- para pedir una barbaridad de euros a los dirigentes de la Federación Española. Ahora bien, de humildad en ese aspecto van cortos, sobremanera conociendo la situación que vive el mundo del Deporte -con mayúscula- en este país, antes llamado España. En tanto otras disciplinas, eso sí, mucho menos mediáticas, apenas disponen de ayudas; en tanto, los galácticos del fútbol hacen saltar la banca. ¡Y no pasa nada!

Algunos lectores me dirán que esos asuntos crematísticos van ligados a los patrocinadores y espónsores de la Federación de Fútbol, o bien a los suntuosos premios que otorga la FIFA. Vale, hasta cierto punto correcto. Pero ¿me quieren decir que esos profesionales del balón no rendirán al mismo nivel si no perciben tan suculentas y millonarias primas? Qué quieren que les diga, me resulta vergonzoso escuchar esas pretensiones pecuniarias de quienes presumen por defender esa camiseta en un Mundial o Europeo.

Las remozadas brisas que arribaron al despacho noble del ente federativo no me parece que esté por la labor de llevarles la contraria a los millonarios de la Roja. Seguro que atenderá todas y cada de sus egocéntricas reivindicaciones para evitar algún que otra "motín". Insisto, me causa náuseas oír o leer esas peticiones por disputar e intentar alzarse con la Copa del Mundo. ¿No habrá manera de que, por una vez en la vida, renuncien a esas estratosféricas cifras para destinarlas a causas de índole social? ¿Serán condescendientes con la situación que padecen miles de familias vulnerables con la crisis en este país?

No me puedo callar, ni quiero. Pues la otra cara de la moneda es el deporte base y los mal llamados deportes minoritarios. Aquí, en ese apartado, ni patrocinios, ni ostras. Cada cual que se busque la vida como pueda. Las subvenciones son pírricas o no llegan. Y, por si fuera poco, quien se gane el derecho de representar a España en alguna de las grandes citas internacionales del año debe rasgarse el bolsillo y pagarse todos sus gastos, incluso la equipación oficial. Eso sí, en caso contrario, tan sólo les quedas renunciar a ese sueño de lucir los colores del combinado nacional por falta de recursos.

Para nada me extraña que chavales de nuestra comarca del Oriente, casos de los piragüistas Alberto Plaza (La Llongar) y Abel García (Sirio), entre otros, deban hacer malabarismos para poder acudir al inminente Europeo de maratón, en Croacia. Irán en calidad de autofinanciados, o sea, abonándose todo: viaje, hospedaje, etcétera. Cierto es lo ya lo sabían de mano, antes del selectivo clasificatorio, pero es una muestra más de cómo se encuentra un deporte poco mediático en éste país, aunque tremendamente medallero. Por cierto, ¿serán tan atrevidos como para solicitar a la Española una suntuosa prima por ganar el oro en ese Campeonato de Europa?

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