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El Puentón

Brindis al sol en los Lagos y Covadonga

El controvertido y antiguo proyecto del tren de cremallera

Los primeros estudios que me vienen a la memoria sobre el anteproyecto del tren de cremallera a los Lagos apuntan a 1998, en tiempos de Sergio Marqués como presidente del Principado de Asturias; Juan José Tielve en calidad de consejero de Fomento; y Miguel Ángel Villoria, alcalde de Cangas de Onís. Se hablaba de más de 2.000 millones de las antiguas pesetas de inversión, pero la crisis regional del Partido Popular, fraguada en la convención celebrada por los populares en Finca Villa María, en la urbe canguesa, acabó por llevarse por delante aquella actuación. Todo quedó en agua de borrajas, mientras en vecinas comunidades autónomas, caso de Cantabria, seguían apostando por otro tipo de inversiones en la desestacionalización de la vertiente cántabra del espacio natural protegido.

De aquella, tanto el PSOE como Izquierda Unida rechazaron de plano las pretensiones del otrora Ejecutivo de Marqués para la regulación del acceso al Parque Nacional. Ahora, veinte años después, el Gobierno regional, en manos del PSOE, parece decidido a rescatar del olvido el controvertido proyecto del tren de cremallera a los Lagos de Covadonga. Incluso IU tampoco lo vería nada descabellado. Son nuevos tiempos los que corren, aunque huele a campaña preelectoral, pues en mayo de 2019 habrá elecciones autonómicas y municipales. ¿Será todo un brindis al sol lo que pretende el Ejecutivo autonómico del socialista Javier Fernández? Es posible, sobremanera cuando las urnas están a la vuelta de la esquina.

Por si fuera poco, allá por 2007, el Gobierno del Principado, que presidía Vicente Álvarez-Areces, tenía en mente el proyecto del ascensor panorámico de Covadonga, desde Les Llanes, en El Repelao, hasta el santuario mariano. Todo estaba encaminado, pero el remonte se quedó en nada. La crisis económica terminó por enterrarlo antes de que pudiese ser una realidad. Pero, una década más tarde, la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente encarga un estudio sobre la viabilidad y el impacto ambiental de construir un remonte que mejore el acceso al real sitio de Covadonga, el cual tendría capacidad para trasladar a 1.200 personas cada hora, con el fin de satisfacer la demanda de visitas al santuario, que puede llegar a alcanzar máximos de hasta 10.000 diarios. Además, se complementaría con la construcción de un aparcamiento en Les Llanes para 1.200 vehículos.

Nada nuevo en el horizonte, salvo los comicios electorales dentro de poco tiempo. Dicho esto, me alegro un montón que el Gobierno regional se hiciese eco del enorme problema existente en Covadonga y Los Lagos para intentar atajar el flujo turístico y ordenar de una puñetera vez el caos circulatorio que se presenta en esos puntos neurálgicos del turismo en Asturias. Suena a chismorreo que cada vez que se avecinan elecciones saquen de la chistera asuntos como el tren de cremallera o el remonte de Les Llanes. El futuro de la comarca del Oriente va ligado a ese tipo de equipamientos, pese a que algunos sean reacios a ellas, quizás por cuestiones meramente ideológicas. El debate, como no puede ser de otra manera, va a estar a la orden del día por estos pagos.

Siempre defendí, y defenderé, el tren de cremallera a los Lagos y, por supuesto, también la peatonalización de la explanada alta del santuario de Covadonga. Me importa un pepino que los proyectos vengan avalados por el PSOE o PP, pues, en mi opinión, considero necesario que hubiese un total y absoluto consenso -sin olvidar a otras fuerzas con representación en la Junta General- para evitar puro electoralismo. Por cierto, antes de que se me olvide, previamente hagan todo lo necesario para incluir en el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del parque nacional de los Picos de Europa las pertinentes modificaciones, ajustadas a Derecho, y así evitar "batallas" jurídicas entre unos, otros y los de más allá. ¿O será el nuevo cuento de la lechera? Ver veremos.

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