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El Puentón

El orgullo de Cangas de Onís

El temor a que las protestas empañen la visita de la Familia Real

Día 10 de septiembre de 2005. Cangas de Onís fue actualidad no por el desarrollo del final de la decimocuarta etapa de la Vuelta Ciclista a España entre La Penilla y los Lagos de Covadonga, sino por los incidentes ocasionados por una espontánea protesta antifascista que tuvo lugar en la vieja capital del Reino de Asturias. Una imagen vergonzante y deplorable para quienes vivimos de primera mano aquella situación en los aledaños de la iglesia parroquial de Santa María. Casi tres lustros han transcurrido, pero no es descartable que pueda acontecer algo similar hoy 8 de septiembre en el mismo escenario, desgraciadamente, para deleite de quienes pretenden perturbar la tranquilidad de la ciudad. Como cangués me siento orgulloso de la visita de los Reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, junto con la Princesa de Asturias, doña Leonor, y la infanta doña Sofía, al real sitio de Covadonga, dentro de los actos conmemorativos de los Centenarios Covadonga-2018. Sin lugar a dudas, toda una fecha que quedará grabada con letras de oro en la historia de este concejo, santo y seña de los orígenes del Reino de Asturias.

Me vanaglorio, además, de los que representan tan ilustres personalidades en la visita a girar a la Patrona de Asturias, la Santina. Una visita para ensalzar, pese a quien pese.

Antepongo lo acontecido trece años antes en la urbe canguesa, con fuerzas antidisturbios cargando y varios incidentes registrados, para evitar que vuelvan a repetirse semejantes hechos. Aquel día había una concentración de la extrema derecha convocada, con autorización de la Delegación del Gobierno, la cual acabó como el rosario de la Aurora. Ahora, una larga década después, el motivo -salvando las lógicas distancias- es una protesta contra la visita de los Reyes de España, por lo que las medidas de seguridad es probable que se incrementen para evitar eventualidades de aquellos que se van a desplazar a la convocatoria de Cangas de Onís en pro de "su" libertad de expresión.

Respeto, faltaría más, todas las ideologías y me gustaría que otros fuesen igualmente consecuentes y respetasen mis propias creencias, tanto políticas como religiosas, aunque lo dudo.

Vaya por delante que la ciudad de Cangas de Onís y la mayoría de sus vecinos están orgullosos de la presencia de los Reyes de España en el concejo; y, por si fuera poco, se sienten dichosos por esa ansiada visita al santuario mariano de Covadonga. Cosa bien distinta es que algunos miembros de la Corporación Municipal declinen acudir a los actos programados -como parece ser que hará el portavoz de Cangas Puede, la rama de Podemos, el señor José Carbonell-. Sus razones tendrá como concejal de la oposición para ausentarse y, por supuesto, totalmente respetables.

Lo que debería ser, a priori, una jornada placentera e histórica para Cangas de Onís -y reivindicativa como sede permanente del Día de Asturias, todo hay que decirlo- podría convertirse, motivada por unos pocos, en una presunta algarabía que no sé cuántas consecuencias.

Mira que existen infinidad de plazas, ciudades y pueblos para hacer valer sus protestas, incluso actos de muchísimo más pedigrí a lo largo del año, pero se decantaron para hacerse notar por la primera capital del Reino de Asturias y en la festividad de Nuestra Señora de Covadonga, patrona de todos los asturianos y asturianas. Flaco favor, en mi modesta opinión.

Insisto, espero y deseo, que la ciudad de Cangas de Onís no se convierta hoy mismo en otro campo "de batalla" como aquel 10 de septiembre de 2005, de infausto recuerdo, donde pagaron justos por pecadores, pese que cierta gente diga lo contrario. Ojalá reine la tranquilidad y la cordura, mientras el centro de atención, en Covadonga, se mostrará al mundo en todo su esplendor a los pies de la Santina y en el primer centenario de la coronación canónica de la Virgen. Y con los Reyes de España y la Princesa de Asturias, entre otras autoridades y personalidades, presentes en una cita histórica.

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